El Ayuntamiento apela a la "responsabilidad de quienes han ostentado la máxima representación" de la ciudad para evitar que se generen "falsas alarmas absolutamente injustificadas".
"El Ayuntamiento garantiza la extraordinaria salud artística y financiera de nuestra orquesta (...), por lo que resulta exagerado y fuera de lugar hablar de desaparición de la ROSS y esa falsa alarma puede contribuir a generar una imagen negativa de esta institución, que vive un momento extraordinario y así va a seguir siendo".
Con estas palabras salía ayer tarde la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, al paso de la dura y nunca vista hasta ahora misiva en la que cuatro ex alcaldes de la ciudad de signo político distinto (Luis Uruñuela, Manuel del Valle, Alejandro Rojas-Marcos y Soledad Becerril) unen sus firmas e inquietudes ante un posible anuncio de "drástica reducción de presupuesto" en la Sinfónica que podría abocarla a la "desaparición" o a un "éxodo de los profesores que la componen, con la consiguiente repercusión en la calidad que actualmente se le reconoce".
Con tal ambiente tan sumamente enrarecido se llega a hoy, el día en que las administraciones que componen el consejo rector del Teatro de la Maestranza tienen previsto reunirse, como suele ser preceptivo, para aprobar las cuentas del próximo ejercicio, unas cuentas que la crisis económica obligará a retocar a la baja, aunque la incógnita es saber hasta dónde.
Y como tanto en el Maestranza como en la Sinfónica el Ayuntamiento es una de las administraciones en liza, y comoquiera que Maribel Montaño se ha encargado, en reiteradas ocasiones a preguntas de los periodistas, de anunciar un recorte evidente en las aportaciones municipales para el teatro y la orquesta, se ha ido generando una bola de nieve político-mediática de tal calibre que se convirtió en iceberg ayer, con una carta como decimos nunca vista.
En ella los cuatro ex alcaldes, los mismos que rara vez han unido voluntades y que en este caso se han apresurado a hacerlo motivados por un anuncio que hasta hoy no se concretará, tutean al alcalde para recordarle que la ROSS "supuso un logro fundamental para el mundo cultural de la ciudad y una conquista largamente perseguida (...). Nos llegan, desde los más diversos ámbitos, los más que ciertos temores de que la reducción presupuestaria que se anuncia pueda llevar, si no a la desaparición de la orquesta, sí a un éxodo de los profesores (...)", y rematan espetándole que "somos conscientes de la grave crisis (...), pero los que hemos participado en la vida pública sabemos que gobernar es, fundamentalmente, priorizar. Una orquesta no es un capricho elitista, sino una necesidad en el espacio cultural de las ciudades que se pretenden del Primer Mundo".
Y se ofrecen, finalmente, a ayudar a Monteseirín a colaborar para resolver el asunto.
Tal misiva obligó a Montaño a adelantar lo que hoy iba a anunciar: "Que vamos a garantizar los gastos de la ROSS, incluidas las nóminas, gastos corrientes y su programación". ¿Y en el Maestranza? Será otro cantar...
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