Rosa Torres_ Consejera de Cultura
RAÚL DOBLADO
POR JESÚS ÁLVAREZ.
ABC de SEVILLA
Domingo , 22-11-09
La Consejería de Cultura tiene en 2010 un duro año presupuestario, aunque no es la única mala noticia que se avista en el horizonte. En 2012 las ayudas europeas que Andalucía viene recibiendo pueden sufrir un recorte brutal, tras la ampliación de la UE a los países del Este. Rosa Torres, que lleva 5 años apoyando al sector cultural privado, advierte que los nuevos tiempos que se avecinan exigen una nueva mentalidad.
-Cultura es una de las mayores damnificadas de los presupuestos de la Junta para 2010 con 71 millones de euros menos. ¿De dónde piensa quitarlos?
-Los números son esos, comparando las cifras globales de 2009 y 2010. Pero en el presupuesto de 2010 no hay consignación en el capítulo 8 de activos financieros que en 2009 incluían una partida de 37 millones de euros. Eso no significa que no tengamos esos recursos porque se trata de fondos reintegrables que podemos ir incorporando a lo largo del año que viene, al menos, en parte. Por eso la bajada «real» sería de un 7,9 por ciento. Y si lo ponemos en relación con la bajada del PIB, que fue de 5 puntos, el descenso sería de un 2 por ciento.
-O sea, que está contenta con sus presupuestos...
-No estoy contenta pero creo que con ellos sí vamos a poder asumir los compromisos adquiridos.
-¿Cómo?
-Como ya le he dicho y también porque ahora las obras van a costar menos porque los materiales han bajado. Se va a poder hacer casi lo mismo con el mismo dinero.
-¿Cree que en el Teatro Maestranza bajarán los materiales?
- Los compromisos adquiridos en la programación del Maestranza para esta temporada están garantizados. Otra cosa es lo que haremos la temporada próxima, que estará en función de lo que nos proponga el teatro. Habrá menos dinero pero gestionando bien los recursos creo que la programación no tiene por qué rebajar su calidad.
-¿Las mismas óperas?
-¿Por qué no? Programamos once óperas esta temporada. Las cosas se pueden hacer de muchas maneras. Y tenemos que aplicar una política de eficiencia para que con un menor gasto el resultado sea parecido. Las compañías han bajado sus precios y los transportes también, por lo que el coste entiendo que será igualmente menor.
La Sinfónica de Sevilla
-¿Qué va a pasar con el presupuesto de la Orquesta Sinfónica?
-La Orquesta Sinfónica no es de la Junta de Andalucía.
-La mitad sí...
-No puedo comprometerme a nada hasta que no conozca la actitud de la otra parte.
-Que es el Ayuntamiento...
-Es que nosotros no podemos ir de juanas de arco. Hay que ver qué hacen ellos.
-Parece que no andan muy sobrados de dinero, por lo que dice su alcalde. ¿Reducirán ustedes su aportación si el Ayuntamiento hace lo mismo?
-He escuchado al alcalde hablar de gravísimas dificultades financieras y no sé qué pensar, pero todos tenemos que hacer un esfuerzo en este escenario de crisis. Si ellos la reducen y nosotros decidimos hacer lo mismo, puede ser que el proyecto de la orquesta se haga inviable. La idea que tengo es que se mantenga la aportación, pero no sólo la nuestra...
-¿Por dónde van a recortar?
-Hemos bajado el capítulo de gasto en servicios generales, que es el que no afecta a los servicios directamente relacionados con los ciudadanos: lo que podríamos llamar «los gastos internos». Los hemos bajado un 5 por ciento con un uso más austero del gasto de luz, telefonía, vehículos. etc.
-¿Y en la empresa pública dependiente de esta Consejería?
-Bajarán en la misma proporción que en la de la Consejería, pero no en gastos de personal sino de mantenimiento.
-El proyecto de una red de teatros privados en Sevilla apoyados por las administraciones está paralizado, ¿sabe qué va a pasar?
-Nosotros lo tuvimos muy claro desde el principio. Fuimos los primeros que les propusimos a las compañías privadas hacer coproducciones porque entendíamos que era beneficioso para las dos partes. En relación con las salas, dijimos que nos comprometíamos a entrar en la programación de las salas con intercambio de producciones y el Ministerio fue el que impulsó la ayuda a la construcción o reforma de las mismas. Esta anualidad se ha cumplido pero no sé qué pasará en el futuro. Nosotros mantenemos nuestro compromiso.
-¿Y con el Festival de Cine?
-Vamos a hacer balance de nuestra aportación hasta ahora y ver qué hacemos, pero depende también de la propuesta que recibamos.
-¿La propuesta...?
-Yo creo que se puede ahorrar costes en todo lo que rodea el festival, por ejemplo, en lo de pagar a alguien para que venga.
-El director del Festival jura y perjura que lo único que le pagan a los actores y directores es el avión y el hotel...
-Pues a lo mejor ese avión y ese hotel no debería pagarlos el festival. Ahora el dinero hay que sacarlo de las piedras.
-¿Se mantendrá la subvención de 3 millones de euros a la Fundación Barenboim?
-Sí, seguiremos aportando presupuestariamente lo que la fundación vaya requiriendo para el cumplimiento de sus objetivos, como hasta ahora, a la que se seguirán sumando los ingresos que se obtengan de otros patrocinadores.
-Habla de patrocinadores privados, ¿a eso se refería con el recorte en el Festival de Cine?
-El dinero hay que buscarlo donde sea. El Festival de Cine tiene muchas repercusiones para muchos sectores de la ciudad y necesitamos que la sociedad civil se implique.
-¿Es que no se implica lo suficiente?
-Hay que hacer un cambio de cultura en Andalucía. No sólo me refiero al llamado mecenazgo o patrocinio, sino que el tejido productivo y cultural dé un paso más. Hay cambios presupuestarios que nos obligan a pasar de la cultura de la subvención a la inversión. Llevo cinco años diciéndole al sector cultural andaluz que tenemos que dar paso. Cuando llegué al cargo se trataba de un sector fragmentado y débil, Ahora se tienen que seguir fortaleciendo y utilizar las mismas herramientas que las empresas que no son culturales: me refiero a instrumentos financieros.
-Vamos, que no pueden depender tanto de las subvenciones...
-Exactamente. En 2013 España dejará de ser país receptor preferente de ayudas y hay que asumir que todo va a cambiar a partir de esa fecha. El sector es consciente de que esto va a cambiar y que tienen que ser como los demás: disponer de las mismas herramientas pero también correr los mismos riesgos. Hay que pasar de la cultura de la subvención a la inversión. No tiene que ser de hoy para mañana, pero a partir de ahora los pasos tienen que ser más rápidos.
-¿Sabe por qué las subvenciones a editoriales se las llevan siempre las mismas, las mismas cuatro o cinco?
-No lo sé. Hay un consejo asesor que es el que las concede. Sé que hubo algunos problemas con editoriales más pequeñas que no las presentaron en tiempo y forma. Pero por lo que me dicen ya se han arreglado.
-La promoción del flamenco es su gran asignatura de la legislatura, ¿cómo va ese objetivo?
-Estamos ampliando el territorio del flamenco a la universidad, la investigación, masters, posgrado, etc, con espectáculos en las universidades y flamenco en la Red. Retransmitir on line, por ejemplo, el ciclo «Flamenco viene del sur». Hay que redoblar los esfuerzos pero creo que vamos bien.
-Vuelven a presentar el flamenco para la declaración de la Unesco pero ¿cómo se pretende que la gane el flamenco si uno de los requisitos básicos es que sea «una manifestación en peligro de extinción», cuando hay peñas y festivales de flamenco por los cinco continentes?
-En el pasado, en la declaración de Patrimonio Oral es así, pero este año ese requisito no se exige en la Declaración de Patrimonio Inmaterial, que es a la que optamos. El cuestionario que hemos de responder, a diferencia del anterior, es transparente, con unos crierios anticipados que hemos podido cumplir al cien por cien.
-¿Y qué beneficios traería esa declaración?
-El reconocimiento oficial y mundial a una música que se ha convertido en el signo de identidad no sólo de Andalucía sino de toda España. Además, el flamenco es el sector cultural más productivo.
Colección Thyssen
-José Lebrero, actual director del Museo Picasso de Málaga, inició hace más de un año negociaciones con Francesca Thyssen para depositar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Caac) parte de su valiosa colección. ¿Cómo va este asunto?
-Francesca vino a Sevilla y estaba encantada con el espacio del Caac y su gestión, pero desde que un coleccionista dice eso hasta que se cierra la cesión, tiene que pasar mucho tiempo de negociación.
-Pero hace unos meses entró en liza el Ayuntamiento de Granada. ¿Puede pasar lo mismo que con la colección de Carmen Thyssen, que se negoció con Sevilla y acabó en Málaga?
-Creo que Francesca Thyssen puede hacer lo que quiera, pero tengo la impresión de que el Caac tiene más argumentos para hacerse con esa colección que ningún otro centro andaluz. De momento en Sevilla sigue «The morning line» y por algo será.