jueves, 26 de noviembre de 2009

El Cyrano de la reválida Mundoclasico.com

Pedro Coco
Sevilla, 18/11/2009.
Teatro de la Maestranza.
Franco Alfano: Cyrano de Bergerac. Comedia heroica en cinco actos con libreto de Henri Cain.
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David Alagna, dirección escénica y escenografía. Christian Gasc, vestuario.
Roberto Alagna (Cyrano), Nathalie Manfrino (Roxane), Jorge de León (Christian de Neuvillete), Nicolás Rivenq (Conde de Guiche), Jean-Luc Ballestra (Capitán Carbon / Vizconde De Valvert), Carmelo Corrado (Ragueneau), Richard Rittelmann (Le Bret), Itxaro Mentxaca (La dueña / Sor Marthe), Eduardo Hernández (Lignière), Aurora Amores (Lise).
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Coro de la Asociación de Amigos del Teatro Maestranza.
Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Director: Marco Guidarini.
Producción de la Ópera Nacional de Montpellier y David Alagna


imagen Actualmente, y por regla general, títulos como Cyrano de Bergerac, sólo se programan en los teatros de ópera por deseo expreso de un cantante en privilegiada situación de estrellato, que se siente atraído por el sugerente rol protagónico. En opinión de quien suscribe, es quizás la faceta teatral la que puede resultar más atractiva del protagonista de Rostand, pues si bien musicalmente encontramos entre las páginas de su partitura escenas dignas de alta consideración, como la que cierra el acto tercero, no es en general ésta de Alfano una obra maestra que pudiera encontrar lugar estable dentro del repertorio habitual.

Afortunadamente, una voz como la del expresivo y comunicativo Roberto Alagna, rica en armónicos, excelentemente proyectada y que en este repertorio brilla de modo especial gracias a su cuidado fraseo y dicción sobresaliente, nos facilita el primer contacto con la ópera. No le falta carisma, desenvoltura sobre las tablas ni magnetismo, demostrando una vez más que es gran actor capaz de salir airoso de cualquier reto escénico.

A su lado, una soprano que va convirtiéndose poco a poco en habitual del Teatro de la Maestranza. Nathalie Manfrino nos visita por tercera vez en poco tiempo, y si bien no convenció en su presentación como Juliette en la ópera de Gounod, ni -aunque mejorando- pasó con honores la prueba de Leïla en Los Pescadores de Perlas de Bizet, esta vez descubrimos con placer que el instrumento madura a una velocidad vertiginosa; en Roxane, papel que más ha interpretado en su corta carrera, apreciamos una voz homogénea, elegante y de interesante color, además de una evolución dramática que llega a su cumbre en un intenso último acto.



© 2009 by Guillermo Mendo

El español Jorge de León -que cerraba la temporada anterior con La Bruja- pareció entender bien lo demandado en el rol de Chrisitian, y resultó irreprochable desde el punto de vista teatral. El instrumento sin embargo no posee una particular belleza, ni gran flexibilidad, contrastando en fraseo con el de Roberto Alagna. El resto del reparto cumplió su cometido con gran profesionalidad, destacando las voces de Jean Luc Ballestra y la siempre adecuada Itxaro Mentxaca, que vuelca en cada papel comprimario su amplia experiencia.

El maestro Guidarini, director en las funciones del Festival de Montpellier, nos presentó una lectura de la partitura no muy pulida pero con la justa dosis de intensidad en cada cuadro; encontrando el equilibrio entre foso y escena que tan necesario es en coliseos como el Maestranza, sacó de la Sinfónica de Sevilla deliciosos momentos. No fue así con el coro, que parece entrar en la dinámica de ir mejorando a medida que avanza la temporada.



© 2009 by Guillermo Mendo

David Alagna no quiso interferir demasiado en las directrices que marca el libreto, lo que es de agradecer cuando se presenta una obra por primera vez. La historia se desarrolló como todos esperábamos, y cualquier profano pudo seguir la acción sin complicación aparente. Quién sabe si -dada la buena ración de ‘genialidades’ que estamos acostumbrados a sufrir cada año- dentro de un tiempo será esta postura la transgresora… Al montaje de Alagna sólo hay que reprocharle unos interminables cambios de escena, que a muchos hacía distanciarse de la trama. Excelente el trabajo del figurinista Christian Gasc.

Tras un comienzo de temporada en el que han predominado títulos infrecuentes -curiosamente compartiendo década y casi año del siglo XX- y que se han saldado con un considerable éxito de crítica y público, llega el turno de las obras más populares del repertorio. Esperemos que la dinámica positiva continúe con La Favorite, La Traviata y Turandot.


Este artículo fue publicado el 25/11/2009

martes, 24 de noviembre de 2009

Musicweb-international Review

F. Alfano, Cyrano de Bergerac: Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, Conductor: Marco Guidarini. Teatro Maestranza de Sevilla. 18.11.2009. (JMI)

Production: Opera National de Montpellier and David Alagna.

Direction: David Alagna.
Sets: David Alagna.
Costumes: Christian Gasc.
Lighting: Laurent Fleutot.

Cast:

Cyrano de Bergerac: Roberto Alagna.
Roxanne: Natalie Manfrino.
Christian: Jorge de León.
Count de Guiche: Nicolas Rivenq.
Ragueneau: Carmelo Corrado Caruso.
Captain Carbon: Jean-Luc Ballestra.
Le Bret: Richard Rittelmann.
The Duenna/Sister Martha: Itxaro Mentxaka.



Natalie Manfrino (Roxanne) and Roberto Alagna (Cyrano)

After the performances of Alfano’s Cyrano de Bergerac in Valencia some three years ago, this opera returns to another Spanish stage. First time round, the title role was sung by Placido Domingo and now the focus turns to Roberto Alagna. I have to say that on each occasion the outcome was a huge success with interpretations from both great stars which were magnificent.

The Seville production comes from Montpellier, where it was premiered in 2003 and was subsequently revived in 2006. I saw it there in March 2006, when it was turned out to be a most unfortunate evening, since Roberto Alagna withdrew during the first scene and was replaced by an immature cover. The Montpellier production was credited with stage direction and sets by both David and Federico Alagna, while now David’s name appears in the programme. The production is thoroughly traditional with the action taking place as written, i.e. in the 17th century and is still most effective, although the direction of the singer/actors is not particularly good, particularly in the crowd scenes. There are suitable period costumes and very decent lighting which at Montpellier was responsibility of Aldo Solbiati; here it was Laurent Fleutot’s. In general, the production worked rather better in Seville, probably due to very difficult circumstances in Montpellier surrounding at the 2006 revival. A DVD of the Montpellier premiere is also available for comparative purposes.

As at Montpellier, the musical direction was in the hands of Marco Guidarini who repeated his excellent reading of the score. It is clear that Mr. Guidarini knows the opera very well indeed and he also knows perfectly how to conduct with Roberto Alagna on stage. He drew a very good performance from the Seville orchestra, which is second only to Valencia’s among any opera orchestra in Spain. The Maestranza Chorus was a disappointment however, too rigidly static on stage, short of vocal strength and with poor French diction.

It was good to see Roberto Alagna singing Cyrano after the "Cyrano interruptus" in Montpellier. He gave the best performance of any that I have seen from him so far, altogether is excellent, singing with great vocal freshness and living the character intensely. The final scene was splendidly exciting, while in the balcony scene he sang everything with very good taste and an unfailingly bright tone. I believe that in this repertoire he shines significantly better than he does in Verdi while comparison with Domingo is inevitable, I can say with confidence Alagna is not bettered by Superman. These are two great interpretations by two very great artists.

Nathalie Manfrino once again played the Roxanne, always Cyrano’s true love in this production and after three years since the Montpellier revival, I found her very much improved in vocal terms. Earlier she had struck me as a light-lyric soprano, rather lightweight for the character in fact, but now she is perfectly suited to the the role’s demands. On top of this, she looks the part exactly with a figure that many sopranos might well envy and she is an outstanding actress.

The rest of the characters are generally much less important, although the role of Christian stands somewhere in the middle. Here, it was interpreted by the Spanish tenor Jorge de León, who produced a wide and well pitched voice, although he needs to show rather better expressiveness. There is no question though that his is an important voice and he sould have a fine career ahead of him.

The French baritone Nicolas Rivenq made a rather mediocre Guiche but there was a good performance from Carmelo Corrado Caruso in the part of Ragueneau. Jean-Luc Ballestra sang Captain Carbon from Castel Jaloux with an interesting and well projected voice and Richard Rittelmann was a sonorous Le Bret. Itxaro Mentxaka doubled as the Duenna and sister Martha and she showed, as always, that she is a great professional; a real guarantee of quality for these minor characters.

The theatre had some empty seats but the audience offered a very warm reception to the artists, with great enthusiasm and cheers to Roberto Alagna, and almost as many for Nathalie Manfrino. Jorge de León and Maestro Marco Guidarini were much applauded too.

José M Irurzun

Picture © Teatro Maestranza de Sevilla

lunes, 23 de noviembre de 2009

«Hay que cambiar la cultura de la subvención y hay que hacerlo rápido»

«Hay que cambiar la cultura de la subvención y hay que hacerlo rápido»

Rosa Torres_ Consejera de Cultura
RAÚL DOBLADO
POR JESÚS ÁLVAREZ.
ABC de SEVILLA
Domingo , 22-11-09


La Consejería de Cultura tiene en 2010 un duro año presupuestario, aunque no es la única mala noticia que se avista en el horizonte. En 2012 las ayudas europeas que Andalucía viene recibiendo pueden sufrir un recorte brutal, tras la ampliación de la UE a los países del Este. Rosa Torres, que lleva 5 años apoyando al sector cultural privado, advierte que los nuevos tiempos que se avecinan exigen una nueva mentalidad.
-Cultura es una de las mayores damnificadas de los presupuestos de la Junta para 2010 con 71 millones de euros menos. ¿De dónde piensa quitarlos?
-Los números son esos, comparando las cifras globales de 2009 y 2010. Pero en el presupuesto de 2010 no hay consignación en el capítulo 8 de activos financieros que en 2009 incluían una partida de 37 millones de euros. Eso no significa que no tengamos esos recursos porque se trata de fondos reintegrables que podemos ir incorporando a lo largo del año que viene, al menos, en parte. Por eso la bajada «real» sería de un 7,9 por ciento. Y si lo ponemos en relación con la bajada del PIB, que fue de 5 puntos, el descenso sería de un 2 por ciento.
-O sea, que está contenta con sus presupuestos...
-No estoy contenta pero creo que con ellos sí vamos a poder asumir los compromisos adquiridos.
-¿Cómo?
-Como ya le he dicho y también porque ahora las obras van a costar menos porque los materiales han bajado. Se va a poder hacer casi lo mismo con el mismo dinero.
-¿Cree que en el Teatro Maestranza bajarán los materiales?
- Los compromisos adquiridos en la programación del Maestranza para esta temporada están garantizados. Otra cosa es lo que haremos la temporada próxima, que estará en función de lo que nos proponga el teatro. Habrá menos dinero pero gestionando bien los recursos creo que la programación no tiene por qué rebajar su calidad.
-¿Las mismas óperas?
-¿Por qué no? Programamos once óperas esta temporada. Las cosas se pueden hacer de muchas maneras. Y tenemos que aplicar una política de eficiencia para que con un menor gasto el resultado sea parecido. Las compañías han bajado sus precios y los transportes también, por lo que el coste entiendo que será igualmente menor.
La Sinfónica de Sevilla
-¿Qué va a pasar con el presupuesto de la Orquesta Sinfónica?
-La Orquesta Sinfónica no es de la Junta de Andalucía.
-La mitad sí...
-No puedo comprometerme a nada hasta que no conozca la actitud de la otra parte.
-Que es el Ayuntamiento...
-Es que nosotros no podemos ir de juanas de arco. Hay que ver qué hacen ellos.
-Parece que no andan muy sobrados de dinero, por lo que dice su alcalde. ¿Reducirán ustedes su aportación si el Ayuntamiento hace lo mismo?
-He escuchado al alcalde hablar de gravísimas dificultades financieras y no sé qué pensar, pero todos tenemos que hacer un esfuerzo en este escenario de crisis. Si ellos la reducen y nosotros decidimos hacer lo mismo, puede ser que el proyecto de la orquesta se haga inviable. La idea que tengo es que se mantenga la aportación, pero no sólo la nuestra...
-¿Por dónde van a recortar?
-Hemos bajado el capítulo de gasto en servicios generales, que es el que no afecta a los servicios directamente relacionados con los ciudadanos: lo que podríamos llamar «los gastos internos». Los hemos bajado un 5 por ciento con un uso más austero del gasto de luz, telefonía, vehículos. etc.
-¿Y en la empresa pública dependiente de esta Consejería?
-Bajarán en la misma proporción que en la de la Consejería, pero no en gastos de personal sino de mantenimiento.
-El proyecto de una red de teatros privados en Sevilla apoyados por las administraciones está paralizado, ¿sabe qué va a pasar?
-Nosotros lo tuvimos muy claro desde el principio. Fuimos los primeros que les propusimos a las compañías privadas hacer coproducciones porque entendíamos que era beneficioso para las dos partes. En relación con las salas, dijimos que nos comprometíamos a entrar en la programación de las salas con intercambio de producciones y el Ministerio fue el que impulsó la ayuda a la construcción o reforma de las mismas. Esta anualidad se ha cumplido pero no sé qué pasará en el futuro. Nosotros mantenemos nuestro compromiso.
-¿Y con el Festival de Cine?
-Vamos a hacer balance de nuestra aportación hasta ahora y ver qué hacemos, pero depende también de la propuesta que recibamos.
-¿La propuesta...?
-Yo creo que se puede ahorrar costes en todo lo que rodea el festival, por ejemplo, en lo de pagar a alguien para que venga.
-El director del Festival jura y perjura que lo único que le pagan a los actores y directores es el avión y el hotel...
-Pues a lo mejor ese avión y ese hotel no debería pagarlos el festival. Ahora el dinero hay que sacarlo de las piedras.
-¿Se mantendrá la subvención de 3 millones de euros a la Fundación Barenboim?
-Sí, seguiremos aportando presupuestariamente lo que la fundación vaya requiriendo para el cumplimiento de sus objetivos, como hasta ahora, a la que se seguirán sumando los ingresos que se obtengan de otros patrocinadores.
-Habla de patrocinadores privados, ¿a eso se refería con el recorte en el Festival de Cine?
-El dinero hay que buscarlo donde sea. El Festival de Cine tiene muchas repercusiones para muchos sectores de la ciudad y necesitamos que la sociedad civil se implique.
-¿Es que no se implica lo suficiente?
-Hay que hacer un cambio de cultura en Andalucía. No sólo me refiero al llamado mecenazgo o patrocinio, sino que el tejido productivo y cultural dé un paso más. Hay cambios presupuestarios que nos obligan a pasar de la cultura de la subvención a la inversión. Llevo cinco años diciéndole al sector cultural andaluz que tenemos que dar paso. Cuando llegué al cargo se trataba de un sector fragmentado y débil, Ahora se tienen que seguir fortaleciendo y utilizar las mismas herramientas que las empresas que no son culturales: me refiero a instrumentos financieros.
-Vamos, que no pueden depender tanto de las subvenciones...
-Exactamente. En 2013 España dejará de ser país receptor preferente de ayudas y hay que asumir que todo va a cambiar a partir de esa fecha. El sector es consciente de que esto va a cambiar y que tienen que ser como los demás: disponer de las mismas herramientas pero también correr los mismos riesgos. Hay que pasar de la cultura de la subvención a la inversión. No tiene que ser de hoy para mañana, pero a partir de ahora los pasos tienen que ser más rápidos.
-¿Sabe por qué las subvenciones a editoriales se las llevan siempre las mismas, las mismas cuatro o cinco?
-No lo sé. Hay un consejo asesor que es el que las concede. Sé que hubo algunos problemas con editoriales más pequeñas que no las presentaron en tiempo y forma. Pero por lo que me dicen ya se han arreglado.
-La promoción del flamenco es su gran asignatura de la legislatura, ¿cómo va ese objetivo?
-Estamos ampliando el territorio del flamenco a la universidad, la investigación, masters, posgrado, etc, con espectáculos en las universidades y flamenco en la Red. Retransmitir on line, por ejemplo, el ciclo «Flamenco viene del sur». Hay que redoblar los esfuerzos pero creo que vamos bien.
-Vuelven a presentar el flamenco para la declaración de la Unesco pero ¿cómo se pretende que la gane el flamenco si uno de los requisitos básicos es que sea «una manifestación en peligro de extinción», cuando hay peñas y festivales de flamenco por los cinco continentes?
-En el pasado, en la declaración de Patrimonio Oral es así, pero este año ese requisito no se exige en la Declaración de Patrimonio Inmaterial, que es a la que optamos. El cuestionario que hemos de responder, a diferencia del anterior, es transparente, con unos crierios anticipados que hemos podido cumplir al cien por cien.
-¿Y qué beneficios traería esa declaración?
-El reconocimiento oficial y mundial a una música que se ha convertido en el signo de identidad no sólo de Andalucía sino de toda España. Además, el flamenco es el sector cultural más productivo.
Colección Thyssen
-José Lebrero, actual director del Museo Picasso de Málaga, inició hace más de un año negociaciones con Francesca Thyssen para depositar en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo (Caac) parte de su valiosa colección. ¿Cómo va este asunto?
-Francesca vino a Sevilla y estaba encantada con el espacio del Caac y su gestión, pero desde que un coleccionista dice eso hasta que se cierra la cesión, tiene que pasar mucho tiempo de negociación.
-Pero hace unos meses entró en liza el Ayuntamiento de Granada. ¿Puede pasar lo mismo que con la colección de Carmen Thyssen, que se negoció con Sevilla y acabó en Málaga?
-Creo que Francesca Thyssen puede hacer lo que quiera, pero tengo la impresión de que el Caac tiene más argumentos para hacerse con esa colección que ningún otro centro andaluz. De momento en Sevilla sigue «The morning line» y por algo será.

jueves, 12 de noviembre de 2009

Roberto Alagna "Algunos grandes divos no llegan a fin de mes"

Entrevista a Roberto Alagna en El Cultural.es

El tenor franco-siciliano se enfunda estos días los complejos del Cyrano de Bergerac de Alfano mientras se sobrepone a sus propios avatares. Lo hace al calor del Teatro de la Maestranza de Sevilla y con su hermano David dirigiendo la escena. En plenas facultades vocales, el gran divo muda la piel.

Pregunta: ¿Cuánto tiene usted de Cyrano?
Respuesta: Digamos que, desde muy temprana edad, he sentido verdadera fascinación por personajes como D'Artagnan, Robin Hood o el Bossu de las películas de Jean Marais.

P: Claro que el de Rostand no es precisamente un héroe al uso.
R: De acuerdo. Pero sólo así Cyrano es capaz de encarnar todas las cualidades de la literatura, sobreponiéndose en cada capítulo de su vida a las dificultades que le surgen y, más aún, a sus propias metas.

P: ¿Y qué complejos ocultos le ha desvelado este rol?
R: En realidad, siempre tuve cierto complejo de voz. En casa me sentía un patito feo. Cuando me lanzaba a cantar, mis padres me decían: Roberto, gracias, basta. Con Cyrano he podido lamerme las heridas.

P: ¿Y cómo es Alagna sin complejos?
R: Una persona que acepta lo que Dios y la naturaleza le han dado. Y se abre a la belleza del mundo. Optimista, vital, sincero.

P: ¿Tal cual?
R: Es que la vida no está para perderla en depresiones. Sino para exprimirla y alcanzar nuestros sueños.

P: Usted lo ha hecho. En el Conservatorio de París ya se canta el francés "al estilo Roberto Alagna". ¿Cómo se come eso?
R: Cuando me inicié en el mundo de la ópera, el francés se cantaba de manera preciosista, sin sangre. Trabajé mucho por una dicción algo más moderna y actual.

P: ¿Tipo verlan, el argot de los suburbios?
R: (Risas) Algo menos coloquial y críptico. Pero con la misma idea de acercarme al francés de la calle, al de la gente de hoy.

P: No en vano, ya hay quien le peregrina al Museo Grévin.
R: He de decir que mi estatua de cera me produjo, además de emoción, cierto desasosiego. En la inauguración, pensé por un momento estar asistiendo a mi propio funeral...

P: Más bien todo lo contrario: lo inmortalizaron con toda probidad y a la vera de Pavarotti.
R: Un verdadero honor para un hijo de inmigrantes como yo. Pavarotti fue un maes- tro con el que estaré siempre en deuda.

P: Porque ¿es cierto que están más caras las suites de hotel que algunos “cachés por noche”?
R: Se sorprendería si le diera los nombres de algunos grandes divos que no llegan a fin de mes. La ópera ya no mueve el dinero de antaño. Para sobrevivir hay que estar en todo: actuaciones, giras, cedés, DVD…

P: ¿Y no le resultó curioso que Decca editara en DVD el aria de la Aída que le abuchearon?
R: ¡Más que curioso! ¿Dónde está aquel cover prometedor al que todos agasajaron? Dígame, ¿dónde?

P: Sigue resentido...
R: Es que fui víctima de los intereses extramusicales de los hooligans de La Scala. Un peón para un boicot urdido de antemano por los antiguos dirigentes del teatro.

P: ¿Sin mea culpas?
R: En lo que respecta a mi voz, no estaba al 100%. De acuerdo, pero no merecí aquello.

P: ¿Y por qué no ha cuajado el Simon Boccanegra con el que tenía intención de volver?
R: Tengo buenos amigos en La Scala. Stephane Lissner, sin ir más lejos. Pero sólo me ofrecen proyectos si retiro la demanda contra el teatro.

P: ¿Y piensa hacerlo?
R: Ni se me pasa por la cabeza. Creo que fue un atentado contra mi imagen. La prueba de lo que digo es que, tres años después, se me sigue preguntando por lo ocurrido.

P: Ahora, además, sobrevuelan los fantasmas de su ruptura con la Gheorghiu. ¿Cómo lo lleva?
R: La llevo en mi corazón... Está claro que, si no podemos ser pareja sobre el escenario, tampoco fuera de él.

P: Lo del Maestranza está teniendo mucho de terapéutico... ¿Siente el calor del público?
R: No tengo queja del público español. Pero algunas críticas del pasado han sido gratuitas, sin fundamento.

P: Explíquese.
R: En la rueda de prensa de Pescadores de perlas, aquí, en Sevilla, un crítico me confesó que, pese a admirar mi trabajo, el suyo consistía en hablar mal de la gente.

P: ¿Y cómo no le cogió la matrícula?
R: No lo sé. Pero ahora que lo dice, recuerdo que iba en bici.

Benjamín G-ROSADO

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Cyrano, un corazón a una nariz pegado

CARLOS TARÍN
Miércoles 11-11-09
ABC de Sevilla
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Rostand creó un personaje poliédrico, mitad histórico, mitad autobiográfico, y lo dotó de un alma hermosa y noble, tan grande como su nariz. Su amor por Roxane lo lleva a recurrir a la belleza del simple Christian para construir una tremenda ficción de la que nadie disfrutará: Roxane descubrirá finalmente que se enamoró de su palabra de amor, Christian sabrá que sólo fue un rostro bello, una breve ilusión, mientras él mismo es el único que puede atormentarse a placer, porque sabe que sólo puede aspirar al amor de su prima mediante la máscara del cadete o de las cartas. Por eso su personaje es el más rico, porque debe mostrar su amor verdadero fingiendo que es otro, debe negarlo hasta el final por nobleza, tiene que sacar pecho ante los nobles altivos y su ternura ante su prima. Los demás quedan como satélites de su alma atormentada, infatigable y arrebatadora.
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Alagna se embutió en el narigudo como un alter ego, haciendo olvidar el fiasco de sus «Pescadores de perlas» de hace unos meses: Cyrano no le hubiera permitido medias tintas: una voz constantemente arriba, permanentemente en «forte», con tremendos saltos interválicos capaces de castrar cualquier registro y una presencia persistente en escena hubiesen puesto en evidencia cualquier debilidad; pero no la había. El registro estaba preparado a conciencia, y la línea continua de canto, fluida e inasible, se escurría sobre el río heraclitiano que corría en el foso. Incluso su debilidad más patente, los (escasos) apianamientos, los sorteó con discreción, incluso seguidos de cascadas interválicas. Voz poderosa, sugerente, bien templada y asentada, e incluso permítasenos decir que «natural», a pesar de su necesaria impostación.
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La Manfrino también trabajó bien, pero su papel de dama de la media almendra le reportó pocas alegrías. Como en «Pescadores», empezó regular (sentada, que es mala manera de comenzar), con agudos algo desapacibles y sobrados de vibrato, de registro más hermoso en centro y graves, aunque más inaudibles. Pero el dúo de la carta le aportó una gran dimensión, y sus delicados «filati», su homogéneo registro y la tersura de su fraseo se imbricaron con el sentimiento contenido de Alagna. A Jorge de León lo hemos visto en otros roles, siempre convincentes, y aquí también; pero acaso evidenciaba una tensión —en carácter y registro— más allá de lo necesario, siempre dentro de un gran nivel. Nos gustaron mucho los graves atractivos y brillantes del joven Jean-Luc Ballestra, justo lo contrario de los más planos de Nicolas Rivenq como De Guiche. Destaquemos por último, el ágil Ragueneau de Corrado y la siempre segura y precisa voz de Mentxaca.
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El coro masculino estuvo compacto en las partes más homofónicas y algo más deshilachado en las más dispersas, como en el comienzo del acto II; el femenino cumplió dignamente en las más discretas conventuales.
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Una orquesta sin pulir
Guidarini dejó sin pulir el conjunto orquestal, excepto las cuerdas y la virtuosa arpa (a la derecha, por cierto), pero consiguió destacar muy bien algunos hallazgos timbricos de Alfano, así como ese íntimo carácter camerístico del último acto.
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Seguramente la producción pudo tener en origen un carácter de prueba, y debió contar con un presupuesto ajustado, así que resultó algo desigual, cuando no naïf; pero lo que nos sorprendió fue el seguimiento riguroso de la partitura por David Alagna, que Alfano se esfuerza tanto en detallar como otros «registas» en obviar; no fue el caso de Alagna, ya que serían infinitos los detalles que podríamos citar de su cuidado (y ya puestos podía haber hecho caer algunas hojas en el famoso final, que las cuerdas subrayan…). Y aunque no es habitual reseñarlo, subrayemos el trabajo de inteligibilidad de Rosalía Gómez ante la pléyade de traducciones irritantes. Por tanto Cyrano no estaba solo: estaba rodeado de bastantes mosqueteros.

Alagna, un Cyrano de referencia

Roberto Alagna
La crítica de Gonzalo Alonso
10-11-2009

Cyrano de Bergerac” de Alfano. R. Alagna, N. Manfrino, J. de León, N. Rivenq, J. Luc Ballesta, C. Corrado, R. Rittelmann, I. Mentxaca. Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza y Real Orquesta Sinfónica de Sevilla. M. Guidarini, dirección musical. D. Alagna, dirección de escena. Producción de la Ópera Nacional de Montpellier y D. Alagna. Teatro de la Maestranza. Sevilla, 9 de noviembre.

Franco Alfano (1876-1954) era conocido hasta hace bien poco casi exclusivamente por haber terminado la “Turandot” de Puccini. Esa quizá es su desgracia, pues fue un compositor bastante popular en su época, aunque sólo fuese por los ballets que escribió para los Folies-Bergere. En los últimos años se ha recuperado su “Cyrano de Bergerac” gracias a que el papel protagonista se acopla muy bien, aunque por motivos diferentes, a tenores como Plácido Domingo o Roberto Alagna. Ambos son de hecho quienes han resucitado una partitura que en su día le fue ofrecida al gran Mario del Monaco y que éste rechazó por considerarla “demasiado aguda” (¿?) Lo cierto es que el personaje de la novela de Rostand apenas deja el escenario y que, en nuestro tiempo, las dificultades que pudiera presentar su aguda tesitura se solventan editando nuevas partituras tono y medio más bajas y retirando las antiguas. De hecho, en España, se ha tenido ocasión de ver la obra interpretada por Domingo en Valencia y por Alagna en Sevilla. Entre un Cyrano y otro hay un tono de diferencia a favor de Alagna pero, también es verdad que artística y emocionalmente Domingo resulta superior. Por lo demás, como sucediera con el dúo final de “Turandot”, la partitura posee mayor interés en la paleta orquesta que en la vocal. La primera es rica en su combinación de Puccini, Strauss y Debussy, no en vano Alfano conoció bien París. El público se quedará solamente –y con razón- con dos momentos: el dúo bajo el balcón y la media hora final con la muerte de Cyrano.

Realmente carece de sentido resucitar la obra sin un tenor protagonista y Alagna lo es. Al margen de añorar la frescura de timbre de aquel joven que cantaba “Romeo y Julieta” de Gounod y, en general, un repertorio mucho más lírico, lo cierto es que la voz posee hoy la densidad y el poder para un papel que habitualmente se puede cantar entre el mezzoforte y el forte. De aquí que haya que aplaudir calurosamente su actual intervención con la única reserva de ser susceptible del empleo de un mayor espectro dinámico y de aquí que sus “Pescadores de perlas” de la pasada temporada dejasen bastante que desear. El trío protagonista se completó con la buena Roxane de Nathalie Manfrino, un punto más ligera de lo que demanda el papel, y un Jorge de León como Christian que posee auténtica voz de tenor spinto, hasta el punto de epatar por momentos la de Alagna. Atención porque su carrera puede ser importante.

Marco Guidarini concertó con brío, más atento al efecto que al detalle, a una orquesta menos refinada que otras veces y un coro simplemente cumplidor. David Alagna fue responsable de la producción de Montpellier, ya conocida a través del DVD, de concepto muy clásico, amplia espectacularidad y muy al gusto del público de la ocasión. El tipo de espectáculo que nunca contrataría Mortier pero que muchos desean, tal y como se evidenció en los intensa y prolongada ovación final, ya a medianoche. Un éxito claro.
Gonzalo Alonso

Cyrano de Bergerac. Galería Gráfica del Diario de Sevilla

Pincha en la imagen para ver la galeía gráfica
Foto: Belén Vargas.

martes, 10 de noviembre de 2009

Alagna vence a ‘Cyrano’ a pesar de la escenografía


Ismael G. Cabral
Sevilla
09/11/2009
El Correo de Andalucia

La ópera de Alfano levantó anoche el telón en el Teatro de la Maestranza.

Cyrano de Bergerac es una de esas óperas de voces ante la que cualquier cantante con un poco de aprecio por su carrera se lo pensaría dos veces a la hora de afrontarla. La escritura de Alfano, temible y de una enorme dificultad, está sólo a la mano de unos pocos tenores. El siciliano Roberto Alagna es uno de ellos. No sólo es capaz de salir airoso del papel, también se le ve cómodo en el escenario. Lo que ya es decir.

Si en Los pescadores de perlas, ofrecida en junio en el Maestranza, el cantante pasó de puntillas a través de tics y diversos amaneramientos vocales, anoche, sin llegar al registro extremo de su instrumento, destiló emoción en cada escena, matizó la agógica de su papel a pesar de cierta tirantez en el agudo y trazó un carismático Cyrano, muy serio él, más caballero que bufón. Y sin embargo no llegó la ovación que quizá aguardaba.


En la ópera, por desgracia, los fuegos de artificio vocales siguen reinando pese a que Alfano, con su Cyrano totum revolutum (verismo, impresionismo, posromanticismo...) queda lejos del bel canto. Y si bien su conservadora música carece de la inventiva melódica de Puccini y nace marchita ya en el mismo año de su alumbramiento (...1936), la imponente orquestación que presenta esconde un trabajo que merece la atención prestada.

La partenaire de Alagna, la soprano Nathalie Manfrino fue una Roxana de notable intensidad dramática que pasó algunos apuros en los agudos y cuyo timbre, no siendo del todo convincente, entró en estilo desde primer momento. Christian, afortunado y maltrecho en su papel, fue el tenor Jorge de León, mucho más que una promesa, con un instrumento sólido pero con una dote actoral mejorable.


El elenco de secundarios mantuvo (Ballestra, Mentxaca...) el nivel alrededor de una ópera de un sólo tenor como es Cyrano. Y el Coro del Maestranza se pudo explayar metido en un entuerto dramático que soporta muy bien ciertas salidas de volumen, que en nada padeció la sección femenina. En cuanto al foso, el maestro Marco Guidarini evitó tapar con el caudal orquestal las voces y subrayó lo mejor de estos pentagramas (cuya esencia se concentra en el arrebatador dueto del último acto que, extrañamente, no alcanza la dimensión popular que se le presupone.


En cuanto a la puesta en escena de David Alagna, soberbiamente iluminada por Laurent Fleutot –es de justicia citarlo–, ésta no logra hayar un punto de encuentro entre tradición y modernidad. No es que deba existir forzosamente, pero un texto de sobra conocido como el de Cyrano debe prestarse a algo más que a una función didáctica y colegial de capas, espadas, sombreros, banquetes y hasta un caballo que nada pintaba allí. Menos mal que donde sí atinó fue en la dirección actoral, con grupos que se movieron con cierta convicción y una escena del balcón bien resuelta pese a su aspecto de folletín.


Viéndolo en perspectiva, el “humilde trabajo” (David Alagna dixit, ¡y tanto!) rezuma cartón piedra, carece de identidad (¿cuántas otras óperas podrían haberse ambientado perfectamente aprovechando estos decorados?) y a la postre, parece más polvoriento y anticuado que si Edmond Rostand (autor del texto original) lo hubiera diseñado.

Los Alagna: todos para uno y uno para todos

Andrés Moreno Mengíbar
10.11.2009
Diario de Sevilla


Roberto Alagna con la prominente nariz en su rol de Cyrano.

El dúo entre Cyrano y Roxane en el segundo acto.

Comedia heroica en cinco actos de Franco Alfano. Dirección musical: Marco Guidarini. Dirección escénica y escenografía: David Alagna. Director del coro: Julio Gergely. Vestuario: Christian Gasc. Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza. Intérpretes: Roberto Alagna (Cyrano, tenor), Nathalie Manfrino (Roxane, soprano), Jorge de León (Christian de Neuvillete, tenor), Nicolás Rivenq (Conde de Guiche, barítono), Jean-Luc Ballestra (Capitán Carbon/ Vizconde De Valvert, bajo-barítono), Carmelo Corrado (Ragueneau, barítono), Richard Rittelmann (Le Bret, barítono), Itxaro Mentxaca (La dueña/Sor Marthe, mezzo), Eduardo Hernández (Lignière/ Un mosquetero, bajo cómico). Lugar y fecha: Teatro de la Maestranza, 9 de noviembre de 2009. Aforo: Casi lleno

En medio del revuelo mediático promovido por el anuncio oficial de la separación de la pareja Georghiu-Alagna, el tenor franco-siciliano volvía a Sevilla a los pocos meses de su anterior comparecencia con aquellos olvidables Pescadores de perlas. En esta ocasión retornaba con una obra hecha a la medida de sus actuales perfiles canoros, alejados ya hace tiempo de las sutilezas belcantistas y los refinamientos estilísticos y volcados plenamente en una dimensión mucho más dramática y de mayor peso vocal. No parece irle mal en este nuevo repertorio a la vista de los buenos resultados de su Carmen londinense de hace unas semanas y, sobre todo, de su prestación vocal en este Cyrano de Bergerac.

La ópera de Alfano es un claro ejemplo de ese tipo de composiciones que sólo sobreviven o renacen si hay un cantante concreto que la defienda y la quiera hacer suya. Sus méritos puramente musicales son algo discutibles más allá de una interesante línea orquestal que entronca directamente con Pélleas et Mélisande y que se mueve en un plano independiente de una línea vocal bastante plana y que apenas si remonta el vuelo melódico tan sólo en la escena del balcón y en los últimos momentos con la lectura de la carta. La ópera bascula esencialmente sobre el personaje de Cyrano, omnipresente toda la partitura, y desdibuja bastante a los demás. Y apenas plantea problemas técnicos al tenor: el rango es bastante cómodo, las frases son cortas y prácticamente siempre hay que cantar de forte para arriba, lo que hace el papel ideal para tenores trompeteros, con amplio squillo y atractivo metal que llene el teatro con expresiones dramáticas. Se explica así la preferencia por este título de Plácido Domingo y de Roberto Alagna.

Hay que reconocer que, al margen de la comodidad vocal del personaje, Alagna borda literalmente su parte. La voz le corre a la perfección, traspasa sin problemas el denso foso y brilla con un metal refulgente, de una calidad tímbrica impresionante. Puede faltarle a veces algo más de delicadeza en el fraseo en los momentos líricos, pues tiende a llevarse la representación a su terreno y en seguida coloca la voz en dinámicas fuertes, pero aún así sobrecoge escuchar una voz de tal carga de pasión y de fuerza dramática que, en los momentos finales, llega incluso a conmover.

Manfrino también ha encontrado un personaje a la medida de sus posibilidades: soso, algo cursi, sin sustancia dramática y sin demasiadas exigencias en ambos extremos de la tesitura. Así pues, es la suya una apropiada encarnación de Roxane, algo plana en expresividad y con las notas inferiores poco distinguibles si la orquesta aprieta un poco. Siempre con notas de apoyo de por medio, sube con seguridad y sin cambiar el color para colocar unas bonitas notas superiores. Del resto del reparto cabría hablar de la buena voz y el buen fraseo de Rivenq y de los agudos penetrantes de Jorge de León, algo romo también de expresividad y de voz un tanto engolada.

Guidarini llegó a tapar a las voces en el primer acto, algo que moderó posteriormente, pero no alcanzó a conjurar el sonido terso y brillante de otras noches de la Sinfónica. Mal el coro femenino y correcto el masculino, salvo algunas estridencias en los tenores.

La producción de David Alagna es lo que esta ópera pide: clásica, corpórea, y realista, con momentos de gran belleza visual como el final del tercer acto.

lunes, 9 de noviembre de 2009

«El único rasgo de mi carácter que no es siciliano es que no me gusta la vendetta»

Roberto Alagna_Tenor y protagonista de la ópera «Cyrano de Bergerac»
«El único rasgo de mi carácter que no es siciliano es que no me gusta la vendetta»
KAKO RANGEL Roberto Alagna en el escenario con el sempiterno sombrero de Cyrano
POR MARTA CARRASCO. SEVILLA
Lunes , 09-11-09
ABC de Sevilla
Hoy se estrena en el Maestranza «Cyrano de Bergerac». Y su protagonista llega con una camiseta negra que se cambia para las fotos. Su voz ha estado llenando el escenario durante el ensayo, y ahora, con una sonrisa de italiano recién comido, Roberto Alagna, saluda en español, en italiano y también en francés. Pero aquí hay «trampa», y es que pese haber nacido en las cercanías de París, en él se respira Sicilia, a naranjas fuertes y a la caponata que seguro cocinaría su abuela, mientras entonaba el «Vitti una crozza». Roberto Alagna es el romántico «Cyrano de Bergerac» de la ópera de Franco Alfano que estará en el Maestranza hasta la próxima semana. Y todo queda en familia. Roberto es «Cyrano», su hermano David Alagna el director de escena, y la esposa de éste, Nathalie Manfrino, será «Roxane».
-Es importante tener el apoyo de la familia. Además, a la familia no se le puede mentir. El crítico, el ambiente del teatro también va a estar más atento y dicen: «ah, está ahí porque es el hermano». No es así, al contrario. Tienes que ser más profesional. Pero con David se trabaja muy bien, es un grandísimo director. Sabe música, toca la guitarra y el piano y ha compuesto una ópera. Tiene una visión muy artística.
-¿Le descubrieron cantando en las salas de fiesta en París?
-Sí, yo empecé con 17 años y he cantado profesionalmente a los 18 en cabarets y salas de fiesta, y al mismo tiempo estudiaba la ópera. He trabajado mucho. Empezaba a media noche y acababa a las seis de la mañana, cada día. Así estuve ocho años.
-Si entonces no perdió la voz, no creo que la pierda nunca.
-La voz es como todo, porque todo lo vamos a perder. Es un milagro y no se puede explicar. Todo el mundo cree que sabe cantar, pero es mentira. Ni siquiera el médico o el foniatra, entienden la voz.
-Usted estudió con un contrabajista cubano, Rafael Ruiz. ¿qué le debe?
-Le debo mucho. Me dio el amor y la pasión del canto, y el respeto por la voz. Me dio también una fuerza mental enorme. Él era muy optimista y con un gran corazón. Para Rafael la música era un acto de amor, nunca una batalla. Para mi, igual. Se canta solamente para el placer.
-Ha cantado más de 150 veces el rol de Alfredo Germont de la «Traviata». ¿Se puede llegar a cansar de este papel?
-No puedo cansarme de un papel, como tampoco puedo cansarme de una mujer. Soy un enamorado de la música, toda. Me gusta la escena y este mundo del espectáculo.
-¿Es usted el Robert Redford de la ópera?
-Soy un romántico, y sí, creo que sí, esa es una divertida comparación. Soy un romántico en mi vida privada, no sé por qué.
-¿Cual fue la razón por la que grabó un disco homenaje al cantante español Luis Mariano?
-Luis Mariano es algo especial. Yo he recibido una educación de que si alguien te hace bien, debes devolverlo. Cuando pensé, ¿quien me ha dado a mí esa pasión por la ópera? Pues fueron dos cantantes: Luis Mariano y Mario Lanza. Hoy día no se habla de Luis Mariano y fue un cantante maravilloso que inventó un estilo y un género musical, como Elvis o Sinatra. Mariano inventó un estilo de opereta que no era la de Viena ni la zarzuela. Por eso fue un genio.
-¿El público siempre tiene razón...aunque se enfade a veces?
-No, no. En este mundo sólo Dios es quien tiene la razón.
-¿Le molesta o le divierte que califiquen su voz?
-No me molesta nada. Yo he leído muchas críticas malas de mí, y me da pena, y luego digo, es normal, el ser humano es así. Yo estoy en el escenario y trato de cantar bien, y no es fácil cantar bien, ni siquiera sólo cantar. Cuando hay problemas de salud o de la vida privada, es difícil. Y yo, gracias a Dios, estoy aquí. Canto siempre con sinceridad y generosidad. Si la gente está contenta, yo también. Y si no, no puedo hacer nada.
-¿Cómo se canta con una nariz postiza?
-Es difícil, aunque lo difícil es la ópera, que es una de las más complicadas de mi carrera. Éste es el papel de mi vida. Yo soy un poquito Cyrano. He tenido muchos complejos: de no ser guapo, no ser bueno, mi voz no es buena..., como Cyrano. Y cantar con la nariz es difícil, pero es bueno para el personaje, porque la ves todo el tiempo y piensas en el personaje. Es como tener una mosca ahí siempre y además debes controlar porque te va a comer un poco la vibración.
-¿Es usted feliz?
-Sí, vivo en un mundo de sueño y no me gusta mucho la realidad. Cuando estoy en ella, escucho algo malo y no me gusta. No tengo nada, ni coche ni casa. Vivo de alquilado y en hoteles, y soy feliz. pero si me comprara una casa, quizás lo haría en Sevilla.
-Ha grabado un disco titulado «Siciliano» que vendió más de 500.000 copias.
-Fue un disco importante para mi familia. Nosotros cantábamos esas canciones en casa muy bajito, para no molestar a los vecinos. Y ahora, he vendido medio millón a la gente que mi abuela tenía miedo de molestar. Es maravilloso.
-¿Cómo le gustaría pasar a la historia de la ópera?
-Todo va a pasar. Hay grandes cantantes como Kraus o Pavarotti y nadie habla hoy de ellos. Se terminó, y eso será lo mismo para mí. El público es fantástico pero muy ingrato.
-¿Cual es el rasgo que define mejor su carácter?
-Soy muy tolerante y no me gusta la «vendetta». Ese el único rasgo de mi carácter que no es siciliano.

domingo, 8 de noviembre de 2009

Operachic: Angelaaaaaaaaaaaaaa


Cyrano a traves del cristal

Imagenes del Ensayo General de "Cyrano de Bergerac" en el Teatro de la Maestranza
6 de Noviembre del 2009

Reportaje realizado por Juliuo Rodriguez y publicadas en su Blog "A traves del Cristal"
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pincha en la imagen para ver las fotos en Flickr


sábado, 7 de noviembre de 2009

viernes, 6 de noviembre de 2009

Rueda de Prensa de Cyrano de Bergerac

Roberto Alagna: «Cyrano podría ser cualquiera de nosotros porque todos tenemos complejos»

El tenor francés de origen siciliano encarna en Sevilla a uno de sus roles favoritos, el de Cyrano de Bergerac, que considera, no obstante, «el más difícil de mi vida». ROCÍO RUZ
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JESÚS ÁLVAREZ. SEVILLA
Viernes , 06-11-09
ABC de Sevilla
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La comedia heroica en cinco actos «Cyrano de Bergerac», de Franco Alfano, se representará por primera vez en Sevilla en el Teatro de la Maestranza los días 9, 12, 15 y 18 de noviembre. Se trata de una ópera desconocida, «sobre toda en la versión de 1935 que nadie ha contado nunca», según afirmó ayer el tenor francés Roberto Alagna, que ya ha hecho el rol de Cyrano en varias ocasiones a lo largo de su carrera, una de las más prolíficas de la lírica internacional. «Me gusta el papel, me gusta la música y me gusta la historia pues Cyrano podría ser cualquiera de nosotros, porque todos tenemos complejos», dijo el tenor francés, que vuelve por segunda vez al Maestranza, donde siempre ha sido muy bien acogido por el público sevillano. «Como me suele pasar -dijo con media sonrisa- tuve un gran éxito de público, que no de crítica».
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Para el cantante de origen siciliano, éste es «el papel más difícil de mi vida», pues tiene «una tesitura muy aguda y también baja en algunos momentos». «Tienes que cantar toda la noche y sin bajar el tono», añadió. De la famosa escena del balcón (una de las más recordadas en todas las versiones cinematográficas) dice que es «preciosa», aunque -añade- tiene unos agudos verdaderamente peligrosos».
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A Alagna le da réplica la soprano Nathalie Manfrino en el papel de Roxane, que regresa por tercera vez al Maestranza y para la que trabajar con su colega francés, que también es su cuñado, «es una lección de cante». El joven tenor canario Jorge de León da vida al mejor amigo de Cyrano, Christian de Neuvillete.
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La ópera está basada en la comedia de Franco Alfano sobre el libreto de Henri Cain e inspirada en la obra homónima de Edmond Rostand, «nunca hecha en versión original, ya que, pese a ser compuesta en 1935, es un extraño total», dice el director de escena, David Alagna, hermano también del tenor y marido de Nathalie Manfrino. «Mi objetivo es no transgredir la idea original sino dar una idea de lo que tiene que ser un Cyrano de verdad. Se trata de una historia muy compleja donde tiene una gran importancia la psicología de los actores, su modo de actuar y de cambiar las emociones». Para Alagna, «Cyrano es la historia de un complejo, de un mito que vale para cualquier época». Sobre el papel de Roxane, dijo: «Al principio parece una mujer muy ligera de cabeza, pero lo que pasa es que es muy joven y no sabe lo que es el amor. En el último acto se revela como toda una mujer y lo entiende todo. Y demuestra que ha madurado».
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Por su parte, el director musical, Marco Guidarini, alabó el trabajo de la orquesta: «La mezcla de elementos distantes en esta ópera descubre que tras ella hay un compositor muy importante», dijo.

Roberto Alagna estrena en Sevilla 'Cyrano de Bergerac', el rol de su vida

La ópera de Franco Alfano se representará en el Maestranza los próximos días 9, 12, 15 y 18 · La soprano francesa Nathalie Manfrino da vida a la bella Roxane en esta producción de David Alagna y Montpellierl 'Cyrano de Bergerac'. Días 9, 12, 15 y 18 de noviembre, a las 20:30. Teatro de la Maestranza. Entradas aún a la venta.

Charo Ramos
06.11.2009
Diario de Sevilla

El tenor franco-italiano Roberto Alagna, en Sevilla.

Los dos títulos por los que el compositor napolitano Franco Alfano (1876-1954) ha pasado a la historia coinciden esta temporada en el Teatro de la Maestranza: la conclusión que escribió para Turandot, la última ópera de Puccini, y su mayor éxito después de ese trabajo, Cyrano de Bergerac. Para dar vida al célebre poeta narizón el Maestranza ha fichado al tenor franco-italiano Roberto Alagna, cuya hermosa voz y carisma arrollador se ponen al servicio de la compleja partitura que Alfano creó sobre un libreto de Henri Cain basado en la obra homónima de Rostand. Marco Guidarini es el director musical de esta ópera que se representará por primera vez en Sevilla el próximo lunes y también los días 12, 15 y 18. El director escénico es David Alagna. La esposa de éste, la soprano Nathalie Manfrino, da vida a Roxane, el amor imposible del brillante pero tímido espadachín que escribía ardorosas cartas.

Con este título, Roberto Alagna regresa al Maestranza tras el éxito "de público, que no de crítica", afirmó ayer con humor, cosechado hace unos meses con Los pescadores de perlas. Y lo hace con su rol favorito. "Me gusta todo de Cyrano: la historia, la música, el equipo que ha trabajado conmigo", declaraba antes de reconocer que se trata también "del papel más difícil de mi vida" porque "tiene una tesitura muy aguda pero también muy baja. La escena del balcón, por ejemplo, es preciosa pero tiene unos agudos muy peligrosos".

La ópera de Alfano, una comedia heroica en cinco actos, se estrenó en Roma y París en 1936 pero apenas se representó luego. De ahí que la propuesta de los hermanos Alagna haya consistido, según David, "en un estreno total que recupera el espíritu de la partitura y el texto originales". "Alfano y Rostand están aquí muy presentes. La historia de Cyrano es la historia de un complejo, como sucede con el de Edipo, y la época en la que transcurre no es importante. Lo esencial es la psicología de los personajes, su modo de actuar y de cambiar las emociones. En este sentido, ésta es una ópera muy moderna", detalló.

"Nuestro Cyrano no es Quasimodo, puede ser cualquiera de nosotros. De hecho, la obra de Edmond Rostand está más cerca de Shakespeare o de Moliére que de la commedia dell'arte", añadió David Alagna, que coproduce este espectáculo junto con la Ópera Nacional de Montpellier.

Al hilo de esas palabras de su hermano, Roberto Alagna declaró que "todo el mundo tiene un complejo. Yo también. Pero Cyrano se empeña en ser admirable a pesar de él. Es un personaje muy profundo que decide afrontar la vida y lograr lo imposible. Tiene además dentro el fuego de la juventud y de la pasión. No tiene miedo de la muerte y la afronta de pie, con la espada en alto".

Tanto Nathalie Manfrino como el tenor canario Jorge de León (quien da vida al cadete Christian de Neuvillete, el amigo de Cyrano del que Roxane se enamora) subrayaron "la lección de vida y cante" que supone trabajar con un maestro como Roberto Alagna.

Por su parte, el director musical, Marco Guidarini, que conducirá a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla y al Coro de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, alabó "la mezcla de elementos distantes en esta ópera de entreguerras que descubre que tras ella hay un compositor europeo muy importante". Así, destacó "la belleza a veces straussiana de la partitura orquestal cuyo quinto acto es casi impresionista".

El papel más difícil de Alagna

El tenor presenta la ópera 'Cyrano de Bergerac' en el Teatro de la Maestranza

SANTIAGO BELAUSTEGUIGOITIA - Sevilla - 06/11/2009

El País

Cyrano de Bergerac es uno de los personajes literarios más amados en Francia. Pocas creaciones han concitado una unanimidad tal en el país galo, muchos de cuyos habitantes han hecho de Cyrano un icono semejante (salvando las obvias distancias) al de Don Quijote en España. Valiente, orgulloso, noble y heroico hasta el idealismo más puro, Cyrano esconde un corazón delicado que vibra ante la belleza.

      El espadachín creado por el dramaturgo Edmond Rostand (1868-1918) a finales del siglo XIX se basó en un personaje real y abrió un abanico de versiones. La ópera Cyrano de Bergerac, de Franco Alfano (1876-1954), fue estrenada en el Teatro Real de Roma en 1936. El Teatro de la Maestranza de Sevilla acogerá esta ópera los días 9, 12, 15 y 18 de noviembre a las 20.30. La comedia heroica en cinco actos de Alfano, que tiene un libreto de Henri Cain (1859-1937), llega a Sevilla con un elenco encabezado por el tenor Roberto Alagna (Cyrano de Bergerac) y la soprano Nathalie Manfrino (Roxane). Marco Guidarini es el director musical. David Alagna se encarga de la dirección de escena de esta obra. La producción corre a cargo del propio David Alagna y la Ópera Nacional de Montpellier.

      "Cyrano de Bergerac es una obra que me gusta mucho. Me gustan el papel, la música y la historia. Y me gusta trabajar con este equipo. Estoy contento porque es una obra totalmente desconocida, sobre todo esta versión de 1935 original de Alfano, que nadie ha cantado nunca", explicó ayer Roberto Alagna.

      "Se trata del papel más difícil que he cantado en mi vida. Tiene una tesitura muy aguda y también baja. El canto del balcón es maravilloso, pero es muy difícil de cantar", detalló el tenor francés de origen italiano.

      Nacido de padres sicilianos emigrados a los suburbios de París, Roberto Alagna ha cantado en los escenarios más importantes de Nueva York, Viena y Londres. Ha interpretado a personajes como Des Grieux, Werther, Fausto o Don José y ha grabado desde 1993 piezas clave de los repertorios francés (Manon, Don Carlo, Carmen...) e italiano (La bohème, Tosca, Le trouvère...).

      Nathalie Manfrino recalcó lo "importante" que es para ella el papel de Roxane, la muchacha que ama Cyrano sin esperanzas debido a su fealdad. "Cantar con Roberto es siempre increíble. Es una lección de canto siempre divina", agregó la soprano francesa, que, después de formarse en la Escuela Normal de Música de París, consiguió numerosos premios en concursos internacionales.

      Marco Guidarini destacó como "un elemento extraordinario de esta obra la adherencia profunda con el texto literario, con el texto poético". "El trabajo con la orquesta es teatral por la adherencia al texto, pero también sinfónico por su belleza", concluyó el director musical, entre cuyos más recientes compromisos ha estado su debú en el Metropolitan Opera de Nueva York con Rigoletto.

      Pedro Halffter, director artístico del Teatro de la Maestranza y de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, definió la música de Alfano como "tremendamente interesante y sugerente". "Cuando uno escucha la música de Alfano parece que escucha a Korngold o a Puccini", dijo Pedro Halffter. El amor silencioso de Cyrano de Bergerac por Roxane se adueñará del Teatro de la Maestranza durante los próximos días

      Ismael G. Cabral
      05/11/2009
      El Correo de Andalucía
      Los artífices de ‘Cyrano de Bergerac’ posan junto al maestro Pedro Halffter en las afueras del teatro. - Raquel F. Segura

      La ópera de Franco Alfano se estrenará el lunes por primera vez en España.

      Un solo año de diferencia separan los estrenos de La mujer silenciosa de Strauss (Dresde, 1935) y Cyrano de Bergerac de Franco Alfano (Roma, 1936). Es uno más de entre los múltiples hilos que entretejen la temporada del Teatro de la Maestranza desde que Pedro Halffter asumió la dirección artística.

      "El arranque del curso con Strauss nos volvió a poner en el punto de mira internacional, y ahora, con el estreno de la versión original de Cyrano y con el elenco que hemos reunido, lo conseguiremos de nuevo", afirmó ayer Halffter en referencia al dúo de estrellas que está al frente del reparto, el tenor Roberto Alagna y la soprano Nathalie Manfrino.

      Alagna, que vuelve al teatro tras presentar hace unos meses Los pescadores de perlas de Bizet, bromeó al iniciar su intervención con que espera "volver a triunfar entre el público y disgustar a la crítica", aludiendo a las broncas palabras que recibió tras última comparecencia.

      Sin embargo, ayer el mediático cantante no pasaba por un buen momento personal ya que durante la mañana había desayunado con la noticia, en prensa, del anuncio de separación pronunciado por su esposa, la soprano Angela Gheorhiu, en medio de un aluvión de graves palabras hacia él.

      La noticia no sólo da al traste con una de las parejas más fulgurantes del panorama lírico, también echa por tierra numerosos compromisos profesionales que habían adquirido como dúo vocal.

      Así las cosas, Alagna, dispuesto a calar a fondo en Cyrano, comentó que "éste es el papel más difícil" que jamás ha cantado: "Tiene unas partes muy complejas por la tesitura aguda y baja a la vez, y además la orquesta despliega un sonido muy denso armónicamente".

      Vinculado al personaje desde que lo debutó en 2003, el tenor siciliano tiene por delante cuatro funciones que le obligan a cantar en todo momento, "por lo que no se puede bajar la guardia".

      Junto a él, su enamorada en el escenario, la soprano y habitual compañera de reparto, Nathalie Manfrino, regresa al rol de Roxane por tercera vez, convirtiéndose en el papel que más veces ha cantado.

      En el elenco están también el tenor Jorge de León (visto recientemente en la zarzuela La bruja), el barítono Nicolas Rivenq y la mezzosoprano española Itxaro Mentxaca.

      De la producción escénica se hace cargo David Alagna, hermano del tenor, quien aseguró haber buscado "el espíritu original de la obra literaria de Rostand en la que se basó Alfano": "He realizado un trabajo muy humilde de adaptación, mi concepción escenográfica es histórica, muy fiel al texto", explicó, argumentando luego que, "si bien con óperas como Traviata se puede innovar y dar visiones muy personales por tratarse de un título de sobra conocido, con Cyrano, al no ser una ópera de repertorio", ha querido ofrecerla de manera servil al drama.

      Este Cyrano de Bergerac, "más cercano a Shakespeare y a Molière que a la comedia del arte", según Alagna, contará en el foso con la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla dirigida por Marco Guidarini.

      "La de Alfano, más conocido por completar el Turandot de Puccini, es una música muy interesante, tiene partes post-puccinianas, en otros momentos se torna cien por cien impresionista (como en el quinto acto) y también tiene frases propias del verismo", argumentó.

      "Cyrano es un personaje muy profundo que tiene un complejo físico y, para compensarlo, decide ser admirable en todo: el más conquistados y el más guerrero. Siempre dispuesto a todos los retos", sintetizó Roberto Alagna.

      El suyo ahora es sobreponerse a su mal momento personal y ganar la partida a la compleja partitura que tiene por delante.

      martes, 3 de noviembre de 2009

      Brillante exhibición de voz y temperamento

      Elina Garanca provocó gran entusiasmo. - Paco Cazalla.
      El Correo de Andalucía
      Juan José Roldán
      01/11/2009 10:16


      Teatro de la Maestranza Fecha: sábado 31 de octubre de 2009. Elina Garanca, mezzosoprano. Charles Spencer, piano. Programa: Mozart: Arias de "Las bodas de Fígaro" y "La clemencia de Tito", Adagio en Si menor. Schumann: Amor y vida de una mujer. Falla: Siete canciones populares. Saint-Saëns: Aria de Dalila, de "Sansón y Dalila". Bizet: Seguidilla y Habanera de "Carmen". Chapí: Romanza de "El barquillero", y Carceleras de "Las hijas de Zebedeo".


      Elina Garanca vino anoche a Sevilla a demostrar por qué es una de las más reputadas y solicitadas cantantes de ópera desde que comenzara este siglo. En realidad no hizo sino corroborar al aficionado hispalense lo que éste ya había admirado a través de sus grabaciones. Controla hasta tal extremo su voz de mezzosoprano lírica que consigue moverse entre registros ligeros, lo que quizás en un futuro no lejano le permita incorporar roles de soprano, como hiciera la mítica Maria Callas, y registros dramáticos, como demostró en su espléndida y emocionante recreación del aria de Dalila de Saint-Saëns, modulando su bellísima voz con dominio absoluto. Quién sabe si algún día la veremos también atreviéndose con Wagner.
      Su excepcional actuación en la ciudad de Carmen, uno de los roles junto a Romeo y Cenerentola que más satisfacciones le están dando, desde que debutara con él en el Metropolitan hace dos años, nos ha permitido disfrutar de una diva en plena apoteosis de su éxito. Una voz extraordinaria por su timbre, su técnica y su flexibilidad, que pudimos disfrutar en el preciso momento en el que está triunfando en los mejores teatros del mundo.
      Para la ocasión la mezzo tejió un programa ecléctico, orientado al ejercicio clásico y melancólico en su primera parte, donde entonó papeles que le han reportado una merecidísima fama, como Cherubino y Sexto, de Mozart; y desplegando todo un festival de registros y sentimientos en su recreación del ciclo de lieder de Schumann Frauenliebe und leben, toda una sorpresa para quienes sólo hemos podido celebrar hasta el momento sus habilidades en la ópera. Especialmente sensible, delicada y emotiva se mostró en Du Ring an meinem Finger, muy bien acompañada al piano por el veterano Charles Spencer, más centrado en el fraseo y la reflexión que en la precisión técnica, como demostró en un contenido Adagio en Si menor de Mozart.
      En la segunda parte desplegó un alegre festival entre el españolismo y el melodismo galo. Su interés por la música española no le viene de un esposo llanito sino de una madre apasionada de nuestra cultura, lo que ha erigido a la mezzo en embajadora de la zarzuela fuera de España. Agudos ensordecedores, elegante exhibición de coloratura y una perfecta dicción se adueñaron de la función, apoyándose en una imponente presencia escénica con un punto justo y equilibrado de temperamento. El público respondió entusiasmado.

      La Carmen que Sevilla necesita

      Diario de Sevilla
      Andrés Moreno Mengíbar
      01.11.2009

      Elina Garanca en la primera parte de su recital.

      Ciclo de recitales líricos del Teatro de la Maestranza. Programa: Arias y canciones de W. A. Mozart, R. Schumann, M. de Falla, C. Saint-Saëns, G. Bizet y R. Chapí. Pianista: Charles Spencer. Lugar: Teatro de la Maestranza. Fecha: Sábado 31 de octubre. Aforo: Tres cuartos de entrada.

      Desde que se anunció la sustitución de Edita Gruberova por Elina Garanca para el recital de ayer noche, se suscitó en algún que otro foro operístico de Internet un animado debate sobre si el público sevillano saldría ganando o perdiendo con el cambio. Nunca lo sabremos, pero creo que difícilmente hubiese superado la eslovaca (al fin y al cabo una gran estrella en línea declinante) a la rutilante cantante letona, una artista en fulgurante línea ascendente que ya, con tan sólo diez años de carrera, se ha situado en el Olimpo de las cantantes más veneradas y admiradas.

      Lo que está fuera de dudas es lo acertado de la decisión del Maestranza, pues desde el recital de Juan Diego Flórez no recuerdo una respuesta tan entusiasta por parte del público, totalmente entregado a la ceremonia de seducción vocal que Garanca ofició durante toda la velada. Escucharla en persona en Sevilla tiene, además, el aliciente de tener ante nosotros a la mejor Carmen de la actualidad. Si tienen interés por comprobarlo, les recomiendo que visiten la página wb de la BBC-3 y que escuchen ahí la interpretación de la ópera de Bizet la semana pasada en el Covent Garden con una Garanca realmente arrebatadora y un Roberto Alagna (que también estaba entre el público del Maestranza) como en sus mejores momentos. ¿Será mucho soñar el esperar que la Carmen que prepara el Maestranza para el año que viene tuviese la voz y el rostro de Elina Garanca?

      ¿Cuáles son las armas con la que esta cantante ha conquistado en tan poco tiempo los más exigentes teatros y públicos? Para empezar, una voz de un timbre de belleza poco común, denso pero cálido y claro. La voz corre con fluidez, con perfecto apoyo y perfectamente colocada de manera que suene fuera, que pase sin problemas al público incluso en los más sutiles pianissimi. No ha cambios de color en el paso desde unos graves de impacto (como se oyeron en el aria de Dalila) a unos agudos brillantes, pasando por un centro que te desarma por la delicadeza del fraseo y por la sutilidad de la línea de canto. Desde la mesura expresiva, sin fáciles alardes de sentimentalidad vocal, supo hacer que nos sumergiésemos en el océano anímico de Cherubino, de Schumann, de Falla o de una Carmen inisinuante y dominadora con la voz desnuda.

      Correcto y sin alardes Spencer, salvo en una plana Jota de Falla.