Obra interesante la suite preparada por Sánchez-Verdú para el día de ayer en el Maestranza,
una suite que no llegó a los 30 minutos y que, a buen seguro, dejó buen sabor de boca a los amantes de la obre del autor algecireño.
Un ambiente musical oscuro, inquietante, con susurros de pájaros escondidos por parte del Coro...todo parecía llevar al oyente a un bosque encantado, en penumbra. La obra se mueve dentro de un pertinaz acorde en tono menor, con unas dinámicas que oscillaban entre el ppp y el mezzoforte. Un gran tenuto cerraba la obra con arco ad libitum en la cuerda, que recordaba al preámbulo de afinación de cualquier actuación orquestal.
Es típico el uso de la orquesta como un auténtico instrumento percutivo, recursos como el uso de col'legno, soplo y golpeo sin boquilla en los metales.
El uso de las voces fue variado, con parlatos o susurros, Las voces del amado y amada fueron solventes, sobre todo ella, Ofelia Sala con una voz preciosa,recogida en los agudos.
La OJA, con cerca de un centenar de integrantes, dió siempre la impresión de dominar lo que hacía con auténtica profesionalidad, está claro que es un conjunto bien guiado.
La dirección del maestro Tamayo fué la de un auténtico concertador, controlando y ordenando con entrega.
fff
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