lunes, 28 de septiembre de 2009
«El marketing hace mucho y puede vender malos cantantes»
«La ópera es esencial para la vida»
–En términos globales, ¿cómo define la temporada que comienza y que usted ha diseñado?
–Más que darle un epígrafe lo que intento es que el público identifique rápidamente la programación del Teatro de la Maestranza. ¿Cómo? Combinando flamenco con un gran número de conciertos sinfónicos, ofreciendo ópera con numerosas voces españolas en los repartos y apostando cada año por la recuperación de un título lírico ajeno al repertorio tradicional. Quiero que este escenario tenga una seña de identidad propia.
–¿Y cuales son los puntos culminantes de la nueva propuesta?
–Son muchos pero creo sinceramente que la ópera con la que comenzamos, La mujer silenciosa de Richard Strauss, que será estreno en España, es uno de los retos más importantes del año. Éste título es una joya. También hay otras citas importantes, como la presentación de la ópera contemporánea El prisionero, de Dallapiccola, o el doble Turandot, el de Puccini y el de Busoni. Programar es un descubrimiento continuo, nunca dejas de pensar en el siguiente paso.
–¿Qué pesa más a la hora de elegir uno u otro título?
–El equilibro, eso es lo que más pesa. También tu propio criterio, por supuesto. A veces sabes que al público le encantaría ver tal obra pero, como director, crees conveniente que descubra otra, que sé que no llamará tanto la atención pero considero esencial que vean.
–¿Cómo condiciona la crisis económica a un director artístico?
–No puedo ir en contra de las necesidades sociales. Así que he buscado algunos títulos populares como Turandot o La Traviata pero sin traicionar la historia que estamos construyendo.
–Los que le conocen siempre señalan el apasionamiento con el que habla de sus propuestas. Cuesta preguntarle, ¿realmente, qué ópera le gusta más?
–(suspira) Realmente sería difícil elegir. Yo me ilusiono siempre con las cosas que hago, eso para mi es clave, transmitir la pasión. Y lo es porque creo sinceramente que un teatro de ópera y una orquesta sinfónica son dos elementos esenciales para la vida de una ciudad.
–Por tanto su visión de un coliseo lírico está limpia de cualquier interés elitista...
–Por supuesto, de hecho creo que uno de nuestros mayores aciertos es el abono joven, que permite renovar al público y entusiasmar a las nuevas generaciones. Lo diré siempre, mi mayor deseo sería que las conferencias preconcierto se dieran en la sala grande porque los aficionados lo demandaran. En Alemania ha costado varias décadas, pero ya se ha logrado.
–Sin embargo, junto con su talante integrador, existe en usted un interés también por la novedad, por salirse, de vez en cuando, de la vía más trillada...
–Claro, es necesario que la programación atienda a todas las sensibilidades. Pero no pierda nunca de vista que detrás de cada mínima decisión que tomo hay una reflexión muy importante. A ese respecto creo que haber programado Lulú, un título clave del siglo XX, y haber traído la moderna y personal puesta en escena de Herbert Wernicke de Julio César, han sido dos importantes sacudidas. Ha sido como decir, esto existe, no es ni mejor ni peor, pero está ahí.
–Está llevando muy lejos artísticamente a la Sinfónica de Sevilla pero, objetivamente, ésta carece aún de apoyo discográfico...
–Es el impulso que le falta a la ROSS y trabajo en ello. No conviene olvidar que, desde que llegué a Sevilla, la orquesta ha grabado cinco discos con música de Balada, Sánchez-Verdú, Nim-Culmell, Eslava y Rachmaninov. Pero sería bueno presentar otros proyectos, barajo dos concretamente, uno comercial, con oberturas e interludios de óperas que transcurren en Sevilla, y otro en el que dé muestra de su buen hacer con el tardoromanticismo.
–En cuanto a giras, ¿que vendrá tras China y Centroeuropa?
–El poso de la reciente gira alemana tiene que dar frutos, pero la crisis lo tiene todo congelado. Allí todos están deseando que volvamos con un repertorio de mayor peso.
–Ha renovado su lazo con Sevilla por otros cinco años, ¿hasta dónde quiere llevar a la ROSS y al Maestranza?
–Superar el bache económico es fundamental. El próximo objetivo será vender a la ROSS y al teatro como una unidad artística capaz de presentar óperas ambientadas en Sevilla con la máxima calidad.
–Usted se encuentra en un periodo de reflexión, no asume tantos compromisos internacionales y no amplía el repertorio. ¿A qué se debe?
–Ahora mismo tengo la necesidad de reinterpretar todo lo que he dirigido, de seguir profundizando. Por ello selecciono mucho los compromisos. Este año únicamente dirigiré en Montreal y me haré cargo de dos producciones de peso en la Staatsoper de Berlín.
viernes, 25 de septiembre de 2009
El Maestranza calienta motores con los ensayos de ‘La mujer silenciosa’
Todo en el Teatro de la Maestranza será agitación durante los próximos días. La temporada lírica arranca el 3 de octubre y en el escenario ya se trabaja al máximo para estar listo a tiempo. La mujer silenciosa, de Strauss, será estreno en España y el evento vuelve a adquirir relevancia internacional.
Inaugurar el curso con un título ajeno al repertorio forma ya parte de la identidad de la casa. Pasó con Lulú, Der Ferne klang y Doktor Faust. Los días 3, 5 y 7 de octubre volverá a suceder con la presentación nacional de Die Schweigsame Frau (La mujer silenciosa), obra estrenada en Dresde en 1935 y cuya irregular suerte se ha visto mitigada con la producción de la Ópera de Viena que presenta ahora el Maestranza.
El director artístico del teatro, Pedro Halffter, no escatima piropos:“He pasado todo el verano estudiando la partitura y me encantaría poder transmitir al público la maravilla que es esta ópera”. En el escenario, mientras el maestro se deshacía en elogios hacia la música, actores, figurantes y personal técnico descendían hacia las profundidades de La mujer silenciosa para poder ofrecerla en óptimas condiciones.
La ópera propone un ácido argumento doméstico en el que un hombre egoísta y solitario (Sir Morosus) padece un gran desengaño cuando, al casarse con una mujer supuestamente servil y dócil (Amita), descubre que ésta es en realidad fiera y agresiva. La soprano Julia Bauer, que encarna a la enérgica protagonista, confiesa ser una recién llegada al papel:“En cuanto me dieron la partitura me puse a reír, además, la puesta en escena de Marco Arturo Marelli subraya muy bien la comicidad”, explicaba ayer en su camerino durante un descanso del ensayo. “Hay momentos picarescos muy divertidos, espero que los sevillanos disfruten de ella pese a contener un humor típicamente alemán”, advirtió.
Con un elenco en el que la mitad del reparto nació en la patria de Beethoven y la otra mitad habla la lengua de Goethe con una fluidez que confunde resulta un descubrimiento encontrarse con la soprano Elena de la Merced, que vivirá en estas funciones su primer y anhelado encuentro con la música de Strauss. Para ella sin embargo su papel dista mucho de ser un aria de lucimiento, “lo que canto es un auténtico trabalenguas, hago un papel que exige una gran precisión, es tan difícil como breve”, decía ayer mientras por megafonía, en alemán y en castellano, se la llamaba al escenario.
Allí, el asistente de Pedro Halffter, Santiago Serrate, conducía los ensayos en trío con el pianista Iñigo Sampil –la Sinfónica de Sevilla bajará al foso en un par de días– y con el director de escena, Marco Arturo Marelli, quien ejercía de sombra de los cantantes acotándoles hasta el más mínimo gesto que debían realizar. Aguardando su turno estaba Henry Morosus, sobrino de Sir Morosus y culpable del estropicio familiar, a la sazón el tenor Berhard Berthold, fascinado por la posibilidad de cumplir un sueño que se remonta 15 años atrás: “Cuando la vi en Viena hace más de una década deseé profundamente formar parte de ella algún día”. ¡Et voilà!, concedido.
En esta Mujer silenciosa hay grandes sueños y aspiraciones más modestas pero igualmente hermosas, como la que anima al figurante sevillano Miguel Ángel Luque a presentarse a cada casting operístico: “Necesito este trabajo, no te saca de pobre, pero lo adoro. Ahora estoy loco contando el tiempo para que llegue Turandot”. Él, una pequeña pero esencial pieza del engranaje, tiene que ser “mitad mimo, mitad acróbata” en la obra de Strauss. “Claro que lo mejor, la auténtica droga de este trabajo, es sentir a los cantantes a un palmo de ti”, decía entusiasmado.
Ni a Hitler, que no llegó a acudir al estreno, ni mucho menos a su ministro Goebbels, gustó esta humorada de Strauss. Más que nada porque tras ella estaba la figura del escritor –judío para más señas– Stefan Zweig, amigo del compositor, y figura determinante en la ruptura de éste con el régimen nazi. “Aunque el envoltorio sea de humor, La mujer silenciosa habla de algo tan importante como saber quien eres, aceptarte a ti mismo”, argumenta Halffter. Las primeras impresiones prometen. Faltan sólo diez días.
lunes, 21 de septiembre de 2009
Temporada del Teatro de la Maestranza y de la ROSS
Eso de “presentación conjunta” exige una explicación: el Teatro y la Orquesta son, jurídica y organizativamente, dos entidades que conviven en las instalaciones del gran coliseo situado en el Paseo de Colón, avenida paralela al Guadalquivir desde el Puente de Isabel II al Puente de San Telmo. Siempre digo, en broma, que esa “cohabitación” se asemeja algo a la del Imperio Austro-Húngaro. Por un lado, el “Imperio” la totalidad territorial y de las instalaciones, es el Teatro (con una excepción: el “Teatro” propiamente dicho tiene una Recepción; y, en el mismo edificio, pero en otro lugar, la Sinfónica tiene otra distinta). En común, ambas instituciones tienen solamente el vértice superior de la pirámide: el Director Artístico y la Directora-Gerente. De ahí para abajo, el personal (músicos, técnicos, empleados...) pertenece, o al Teatro, o la ROSS, que incluso tienen dominios de correo electrónico distintos: ?????@teatromaestranza.com y ?????@rossevilla.com
Hasta tal punto es así, que las actividades de la Orquesta y las del Teatro están perfectamente delimitadas. A veces ocurre que el Teatro contrata a la ROSS (en su totalidad o en formaciones menores, camerísticas): bien para el foso en el caso de algunas óperas (lo mismo que contrata a Orquestas de otras ciudades para el foso en otras óperas); o incluso para Ciclos estrictamente instrumentales (como ha ocurrido en la temporada que ahora está terminando, con ocasión de los cinco conciertos con la integral de los Concerti Grossi de Haendel: todos los músicos eran de la Sinfónica, pero el Ciclo era del Teatro).
Así las cosas, la programación oficial de la ROSS en el Teatro es la Temporada (ya la XXª) de Conciertos de Abono (aparte, la Orquesta actúa en otras ciudades españolas, o hace giras, como la del País Vasco y Navarra de la temporada 07-08, los tres conciertos “pre-Olimpiadas” (única formación orquestal española invitada) en China, o los 12 conciertos de esta temporada (¡en 15 días!) en importantes salas de Alemania, Austria (Viena) y Suiza (Zúrich). Aparte, la Asociación de Amigos de la ROSS organiza, cada año, una serie de conciertos matinales camerísticos con solistas de la Orquesta.
Por su parte, el Teatro es el responsable de: 1. Las óperas (representadas o en concierto) y zarzuelas; 2. La danza; 3. Los recitales líricos; 4. Grandes intérpretes (jazz, “nuevas músicas”...); 5. Flamenco; 6. Conciertos extraordinarios (grandes solistas, especialmente pianistas); 7. Ciclos monográficos diversos, entre ellos el de “Jóvenes intérpretes”; 8. Conferencias-conciertos sobre las óperas representadas, en colaboración con la Asociación Sevillana de Amigos de la Ópera.
Y puestos a mencionar Asociaciones de Amigos, no podemos olvidarnos del Coro de la A.A. del Teatro de la Maestranza [en adelante, Coro A.A.T.M.], constituido por los más de 100 miembros de la excelente formación vocal no profesional de ese nombre, dirigido por el maestro rumano, nacionalizado español, Julio Gergely, que actúa con extraordinaria solvencia, en óperas y zarzuelas e, indistintamente, en conciertos de la Sinfónica (como el reciente de despedida de la Temporada 08-09, en el que hicieron una Novena Sinfonía de Beethoven espléndida).
Todo el periodismo cultural y los aficionados de la ciudad y de su amplio entorno (que, en ocasiones, se extiende hasta a Madrid, gracias a la cercanía temporal que ha propiciado el AVE, el primer tren de alta velocidad de España) estaban pendientes de esta presentación: la crisis económica, desgraciadamente, suele cebarse con más ahínco en el terreno de la cultura. Pero, por fortuna, el equipo de responsables económicos y organizativos del Teatro y la Orquesta, encabezados por la Directora-Gerente Remedios Navarro ha podido, a base de imaginación y un gran trabajo, que no decaiga en absoluto (antes al contrario) el estupendo nivel alcanzado en la Temporada 08-09.
Aprovechando las dos Salas escénicas del Teatro (la principal, con 1800 localidades y un escenario dotado de los últimos adelantos técnicos, y la Sala Manuel García, con 600 plazas) la programación 09-10 ha resistido la grave situación en que nos encontramos, y, aunque no ha podido aumentar su presupuesto (5.300.000 euros, a muchísima distancia del Real y del Liceu), al menos mantiene el mismo número de títulos operísticos y de conciertos de Abono (incluso hay ligeros incrementos extraordinarios). Es más: se ha congelado el precio de los distintos tipos de abonos y de las entradas y, por primera vez, se instaura el pago fraccionado de los abonos para facilitar al público habitual su fidelidad y conseguir nuevos espectadores.
domingo, 20 de septiembre de 2009
"El aficionado que acude al Maestranza ha madurado. Hace mucho que no viene para figurar"
–Cuando se la nombró en el cargo, en 2004, se dijo que usted era la persona idónea para dirigir el Teatro de la Maestranza. ¿Qué nota se pone cinco años después?
–Ésa me la tendrán que otorgar las cuatro administraciones implicadas en el coliseo. Por lo que a mí respecta se han negociado convenios, hemos equilibrado la situación financiera, la gira por China de la Orquesta de Sevilla ha tenido un saldo positivo, conseguimos unir en el mismo edificio la estructura del Maestranza y de la ROSS. Además, hemos puesto al día la deuda histórica que tenía este recinto.
–Muy mal se tuvo que hacer antes si ha tenido tanta tarea, ¿no?
–No, no se hizo mal. Pero al principio todo era nuevo y era lógico que hubiera problemas económicos.
–También ha sobrevivido a las obras de ampliación del teatro. ¿No se aburre ahora después de tanto ajetreo como ha tenido?
–Aquí no nos aburrimos nunca. Por mucho que organices, mañana habrá cambiado todo. En un lugar como este los imprevistos son constantes, exige una enorme dosis de creatividad. Y no hay que olvidar que el proceso de remodelación nos obliga a estar más presentes en los circuitos internacionales de la ópera. También queremos llegar a nuevos públicos, algo para lo que trabajamos día a día y también lo hacemos a través de asociaciones como Ópera XXI y Ópera Europa, donde contamos con representación.
–¿Su contrato viene con fecha de caducidad?
–Hace poco el director artístico, Pedro Halffter, y yo, hemos firmado por cinco años más. Así que me plantaría en diez años al frente al Maestranza. Creo que es un tiempo más que estimable. Luego, por mi parte, convendrá dejar paso a alguien con nuevas ideas.
–¿No tiene un poco de celos de Halffter? A él todos le conocen y le aplauden, su volante de mando, en cambio, está más en un segundo plano, en la oscuridad...
–Me siento conocida y querida por la gente. Mi personalidad me lleva a ser una persona prudente pero si hay algo que me guste es estar en contacto con el público, pero no debemos olvidar que soy una técnica, interpreto el rol que tengo asignado.
–¿Y ese papel conlleva decir que todo lo que se programa aquí es bueno sí o sí?
–A nivel personal soy muy exigente con algunas cosas. Hay veces que me he reunido con el equipo para hacer autocrítica. Y evidentemente, aquí juega el directo. Has podido comprar una función que ha salido excelente en otro lugar y que en Sevilla, los cantantes, de repente, no tengan una buena noche.
–Su despacho y el de Halffter están el uno frente al otro. Él decide contenidos y usted administra el dinero. Eso tiene que generar rencillas forzosamente...
–Hablamos todos los días, el equilibro del Maestranza se sustenta sobre las decisiones que asumimos ambos y cada uno sabe muy bien cuál es su parcela. Y Halffter tiene que sentir que todos le arropamos.
–¿Cuál de las propuestas líricas del director artístico le ha causado más miedo: Lulú, Der ferne klang, El enano...?
–Programar Lulú, en una de sus primeras temporadas, me pareció un reto por la modernidad de la obra. Pero el publico respondió. El aficionado que acude ha madurado, ya hace mucho que dejó de venir a figurar, ahora los que continúan entre nosotros quieren escuchar buena música.
–Se enfrentó también con la afición y con parte de la crítica en contra cuando llegaron al teatro. ¿Aquello pasó definitivamente a la historia?
–La gente nos quiere y aprecia el trabajo que estamos realizando. Sencillamente porque están comprobando todo lo que estamos luchando por la orquesta y el teatro.
–Hace unos años algunos conjuntos sinfónicos españoles iniciaron una crisis de abonados. ¿Percibió algo por estos lares?
–Nosotros nos hemos mantenido e incluso hemos ido subiendo en aforo. La primera temporada de Halffter hubo algunas deserciones, pero entraba dentro de lo normal. Luego nos fuimos recuperando, conforme todos fueron entendiendo que modernidad y clasicismo son los dos ejes de la programación de una orquesta sinfónica.
–Siempre habla con gran tranquilidad del público. ¿Tan segura está de haberse ganado al melómano sevillano?
–El Teatro de la Maestranza es un modelo, un referente para otros coliseos sobre cómo hemos conseguido atraer al público. El sevillano siente muy cercano el Maestranza y lo ha hecho suyo. Es bueno que sea así, que nadie vea este recinto como un lugar elitista. Que la ópera debe ser accesible a todos es uno de mis mayores convencimientos. Me parece encantador cuando alguien me dice que siente como si un trocito del teatro le perteneciera.
–¿Cómo se está llevando a cabo la renovación del público?
–Involucrando a los espectadores del mañana. Seguimos apostando por el Abono Joven, a medio plazo estamos seguros de que esta propuesta nos va a dotar de una futura bolsa de público adulto.
También captamos a los niños, el año pasado vinieron por aquí 12.600. Y por supuesto no olvidamos a nuestros fieles. Por ello programamos para todo el mundo, quiero que todas las sensibilidades, desde la más clásica a la más moderna, se sientan representadas.
–¿Y no le parece una carencia desorbitada de glamour el servir en los intermedios tortilla de patatas y cerveza en botellín?
–(risas) El glamour debe estar en el escenario. Además, en ningún otro lugar probará usted una tortilla más deliciosa que la nuestra. En lo que sí estoy empeñada es en que la gente pueda beber cava.
–No conozco muchos coliseos líricos que tengan tantas hipotecas como este. Actos institucionales, flamenco, danza...
–No son hipotecas, hay que entender que desde la línea Madrid-Valencia, el Maestranza es el principal escenario de la mitad Sur de España. Y como teatro público que es, está obligado a atender a todas las inquietudes, así nos lo dicta la política cultural de la Junta de Andalucía. Eso sí, la pluralidad de nuestra programación implica una dificultad aún mayor. No sólo damos ópera por lo que las condiciones técnicas varían a diario.
–¿Qué opina del aparcado proyecto del Auditorio de Sevilla?
–Ahora mismo no creo que eso deba ser ninguna prioridad. La cultura no debe ser ajena al mandato general de austeridad. No es fundamental en absoluto.
–Cuando se reúne con sus colegas, directores de otros teatros como el Real de Madrid y el Liceo de Barcelona, ¿les mira de frente?
–De frente y a los ojos. El Maestranza está totalmente implantado a nivel nacional. No tengo ningún complejo con respecto al Real y al Liceo. Pero tenemos que ser consecuentes, un teatro como el Liceo, con 150 años de historia, es normal que esté por encima en dotación presupuestaria y, por tanto, también en el número de programas.
–¿Alguna vez ha temido que un vaivén político desvíe de su camino al Maestranza?
–Por ahora nunca. En el consorcio rector están representados los tres partidos principales, PSOE, PPe IU. He tenido trato con miembros de todos ellos y creo que unos y otros asumen el papel que juega este coliseo, ninguno osaría tocarlo para empeorar nada
viernes, 18 de septiembre de 2009
CINESA inaugura la nueva temporada de ópera otoño-invierno 2009 con la retransmisión de “L’Orfeo” de Monteverdi
La primera retransmisión, que será de “L’Orfeo” de Monteverdi, se realizará desde La Scala de Milán en directo y vía satélite el próximo 23 de septiembre
CINESA inaugura la nueva temporada de ópera otoño-invierno 2009 con la retransmisión de “L’Orfeo” de Monteverdi el próximo 23 de septiembre a las 20.00 horas. Todos los aficionados a la lírica podrán disfrutar de esta pieza clásica, en directo y vía satélite desde la Scalla de Milán, cómodamente sentados en su butaca y con el mejor sonido y calidad de imagen.
CINESA pretende así dar continuidad a un proyecto del que fue precursor en el 2001 con la primera retransmisión en directo de ópera en cines. La pasada temporada, más de 30.000 personas pudieron disfrutar de esta experiencia en CINESA y se espera que en esta nueva edición se cumpla una vez más con las expectativas de los clientes. La mayoría de las óperas se ofrecerán en directo y vía satélite desde los teatros más emblemáticos de Europa.
El programa de esta temporada incluye las siguientes retransmisiones:
- 15/10/09 I Puritani, V. Bellini, Teatro Comunale di Bologna (pregrabado)
- 12/11/09 Rigoletto, G. Verdi, Festival de Verdi de Parma
- 07/12/09 Carmen, G. Bizet, La Scalla, Milan
La entrada anticipada tiene un precio de 16 € para los espectáculos en directo y de 9 € para las pregrabadas. Los usuarios de la tarjeta CINESACARD gozarán de un precio especial de 14 € para el directo y de 8 €, para el pregrabado.
Los interesados ya pueden adquirir sus entradas en taquilla, en la página web http://www.cinesa.es/ y en el teléfono 902 33 32 31. Los amantes de la ópera podrán disfrutar de este espectáculo en los siguientes cines de Cinesa, como son en Barcelona (Cinesa Diagonal Mar, Cinesa La Maquinista, Cinesa Diagonal, Cinesa Heron City, Cinesa Barnasud y Cinesa Parc Vallés); en Madrid (Cinesa Príncipe Pío, Cinesa Proyecciones, Cinesa La Gaviay Cinesa Heron City Las Rozas); en Vizcaya (Cinesa Artea); en Oviedo (Cinesa Parque Principado); en Palma de Mallorca (Cinesa Festival Park); en Santander (Cinesa Bahía de Santander); en Santiago de Compostela (Cinesa Área Central); en Sevilla (Cinesa Plaza de Armas); en Valencia (Cinesa Bonaire); en Zaragoza(Cinesa Gran Casa y Cinesa Augusta) y en Murcia (Cinesa Nueva Condomina).
martes, 15 de septiembre de 2009
Alfredo Kraus, el espejo
El tenor jerezano Ismael Jordi inicia el viernes una nueva temporada repleta de citas internacionales con un homenaje a su maestro a los diez años de su muerte
José Luis De La Rosa
Jerez
14.09.2009
Diario de Sevilla
El pasado jueves se cumplía una década de la muerte de Alfredo Kraus (Las Palmas, 1927-Madrid, 1999), figura indiscutible de la lírica y una de las voces más admiradas de todos los tiempos por su depurada técnica de canto, lo que le permitió realizar una larguísima carrera plagada de éxitos internacionales. En estos días se recuerda al gran tenor canario con recitales y conferencias que están teniendo lugar en los principales centros líricos españoles. En Andalucía, el recuerdo sonoro del maestro va a estar oficiado por el tenor Ismael Jordi (Jerez, 1973), que ofrecerá sendos recitales en Jerez y Málaga con el título In memoriam, Alfredo Kraus.
Este encuentro entre Kraus y el tenor jerezano no es circunstancial. Ismael Jordi estuvo vinculado a Kraus como alumno de su Cátedra de Canto en la Escuela Reina Sofía de Madrid, donde el tenor canario le transmitió al joven tenor jerezano no sólo conocimientos técnicos sino, sobre todo, los secretos de un arte que es, a la vez, una profesión y una ética. Efectivamente, la huella de Kraus no se aprecia tanto a nivel de técnica vocal como en el planteamiento de una carrera y de una manera de abordar el repertorio.
Hay quienes han querido ver en Jordi al sucesor de Kraus. Más allá de estas adscripciones en las que, como es natural, podemos encontrar analogías y diferencias, el estilo de Ismael Jordi presenta sus propias señas de identidad en la hermosura de su voz, la equilibrada y homogénea línea de canto (cuyo registro central es de una luminosa elasticidad) y sus asombrosos filados (adelgazamientos de la emisión vocal, que sigue perfectamente afinada), con gran poder para emocionar al auditorio.
En cualquier caso, sus logros se pueden explicar a través de las palabras de su mentor, Alfredo Kraus, que él siempre tiene presentes: "Para ser cantante, hay que tener cabeza; si además se tiene voz, mejor". Esta cita no es gratuita, pues son la constancia y el tesón en el trabajo, y su ánimo de perfección constante (estudia en Verona entre contrato y contrato), a base de sacrificio personal y familiar, lo que le está llevando a convertirse, con humildad, en uno de los grandes tenores del siglo XXI.
Por eso no es de extrañar que, para dar comienzo a este curso, que concluirá en junio en el Teatro de la Maestranza cantando La Traviata, Ismael Jordi haya preparado especial y cuidadosamente un recital con un programa compuesto por obras de Rossini, Turina, Ginastera, Von Flotow, Donizetti, Cilea, Francis López, J. Guerrero, Soutullo y Vert y Vives, repertorio muy identificado con el estilo de Kraus. El recital (en el que estará acompañado al piano por Rubén Fernández Aguirre) se ofrecerá este viernes 18 en el Teatro Villamarta de Jerez y el domingo 20 en la Sala María Cristina de Málaga.
Posteriormente, en octubre, el tenor jerezano viajará a Hamburgo para interpretar el Alfredo de La Traviata y, posteriormente, a la Ópera de Frankfurt, donde debutará en Anna Bolena de Donizetti. En noviembre, se le podrá escuchar en Avignon en I Capuletti e i Montecchi de Bellini y, en diciembre, en Bucarest, en Lucia de Lammermoor. Ya en enero, visitará de nuevo el Teatro Villamarta para debutar el papel de Don Ottavio, del Don Giovanni mozartiano. En febrero, regresará al Teatro de la Zarzuela de Madrid, donde ya causó sensación el pasado año con su Príncipe Pío de La Generala, para cantar el Fernando de Doña Francisquita, uno de los roles de este género con el que más y mejor se identifica. En marzo, comenzará sus ensayos en la Opéra Comique de París para estrenar, en abril, la ópera Mignon. Y, como decíamos, en junio regresará en Sevilla para interpretar uno de sus roles más significativos, el de Alfredo, teniendo como protagonista femenina a la granadina Mariola Cantarero, que pondrá voz a la sufriente Violeta Valery de la ópera de Verdi.
Elina Garanca ofrece un recital el 31 de octubre en lugar de Edita Gruberova
El Teatro de la Maestranza informó ayer de cambios en su programación, ya que se ha cancelado el recital que la soprano Edita Gruberova iba a ofrecer el 31 de octubre dentro del Ciclo Recitales Líricos.
En su lugar, el coliseo hispalense contará en la misma fecha con la presencia de la mezzosoprano letona Elina Garanca, una de las voces más impactantes y solicitadas del momento. Sus grandes dotes vocales y su fuerte presencia escénica han catapultado su fulgurante carrera en los últimos diez años. Reclamada por todos los grandes maestros, como Riccardo Muti o Nikolaus Harnoncourt –con el que debutó en el Festival de Salzburgo en 2003 con una celebrada La clemenza di Tito, de Mozart– Elina Garanca –vinculada a Andalucía por su matrimonio con el director de orquesta gibraltareño Karel Mark Chichon– y que ha hecho de la Carmen de Bizet uno de sus roles más rotundos y estelares, ha grabado recitales y óperas en Deutsche Grammophon compartiendo reparto con las grandes estrellas del momento, como Anna Netrebko.
Los abonados al ciclo de recitales líricos, que ya tienen sus localidades, podrán usarlas para el nuevo recital. Aquellos que no deseen asistir, pueden devolver sus entradas hasta el día 23 de octubre.
martes, 1 de septiembre de 2009
LA PRIMERA ÓPERA ONLINE en el Royal Opera House
Royal Opera House británica invita a hacer música con Twitter
El Coro del Maestranza saldrá fuera la próxima temporada
La agrupación, que participará en cinco de las óperas y en la zarzuela previstas para el próximo curso en Sevilla, actuará en Las Palmas de Gran Canaria en julio de 2010
El lugar elegido será el Teatro Pérez Galdós durante los días 17, 20 y 23 de julio. Las voces del Maestranza actuarán junto al Coro de la Orquesta Filarmónica de Gran Canaria en la propuesta escénica de la ópera romántica en tres actos del alemán Richard Wagner, estrenada en 1843. El maestro Pedro Halffter, director artístico del Teatro de la Maestranza, será el que asuma la dirección musical de esta obra en la que están presentes temas como la maldición, la redención, el amor o la muerte como salvación.
Como explica la presidenta de la Asociación de Amigos del Teatro de la Maestranza, Isabel Buzón, la visita a la isla canaria será por el momento la única salida que realizará el coro en el próximo curso ya que "la programación del teatro es tan densa que prácticamente nos tendrá ocupados desde septiembre hasta julio". Con la participación en el Teatro Pérez Galdós se continúa con el objetivo de darse a conocer "en otros ámbitos fuera de nuestra provincia", hecho que no pudieron realizar en el curso pasado debido "al gran número" de títulos en los que intervinieron en el teatro sevillano. La dilatada agenda de 2009 ha hecho que terminaran "muy tarde" por lo que han estado ensayando hasta finales de julio "para adelantar los proyectos futuros", sin organizar por ello nada para los meses de la temporada estival.
Pero ésta no es su primera salida desde su creación en 1995 ya que han pisado otros escenarios fuera de la ciudad sevillana como son Écija, La Coruña, Córdoba, Lisboa, Madrid o Málaga. El coro, que inició su andadura musical con Rigoletto de G. Verdi en enero de 1996, retomará su trabajo el 1 de septiembre cuando comiencen los ensayos.
Pero la nueva temporada de actuaciones no se iniciará hasta el mes de noviembre cuando participe en el programa del Maestranza con la ópera Cyrano de Bergerac, de Franco Alfano. Otros cuatro títulos completan el total de óperas en las que participará el coro el próximo curso en el Paseo de Colón. Será una menos que la temporada pasada que arrancó en octubre con en el estreno en España de Doctor Fausto, de Ferruccio Busoni. En esta ocasión habrá piezas interpretadas anteriormente, como la Traviata de Guiseppe Verdi o el Turandot de Giacomo Puccini "que llevábamos unos 10 años sin cantar", y nuevos trabajos como La favorita de Gaetano Donizetti o Turandot de Ferruccio Bujoni. Enero será, por su parte, el mes de la zarzuela con su actuación en Los sobrinos del Capitán Grant.
Los miembros del coro se enfrentan a esta apuesta "con mucha ilusión y dedicación". "Cada título es para nosotros un reto, ya sea una nueva producción o una reposición que hayamos hecho anteriormente, intentando siempre mejorar en lo posible lo que hemos hecho ya", afirma la presidenta de la asociación. En todas sus actuaciones, según Buzón, "se busca siempre una gran calidad vocal" llevando a cabo "un proyecto que llevamos muchos años haciendo y que consiste en recibir un curso de técnica vocal".
Asimismo, el deseo de este coro amateur, dirigido desde 2006 por el rumano Julio Gergely, es el de "ampliar el número de vocalistas para lo que realizamos audiciones prácticamente todas las temporadas". Ahora mismo son 98 los componentes que lo integran pero, entre sus pretensiones, está la de seguir aumentando el número para que "cuando venga un título grande podamos tener todas las personas suficientes y así cubrir cualquier tipo de demanda".