martes, 26 de mayo de 2009

Crítica del Tristán en Mundoclasico

Isolda y Tristán

Pedro Coco
26/05/2009
Mundoclasico.com

Sevilla, 22/05/2009.
Teatro de la Maestranza.
Richard Wagner: Tristán e Isolda.
Drama musical en tres actos, con libreto del propio compositor.
Pierluigi Pier’Alli, dirección escénica, escenografía, vestuario, y videocreación.
Franco Marri, iluminación.
Robert Dean Smith (Tristán), Evelyn Herlitzius (Isolda), Martin Gartner (Kurnwenal),
Iris Vermillion (Brangania), Reinhard Hagen (Marke), Mirko Janiska (Melot),
Gustavo Peña (Pastor / Joven marinero), Javier Galán (Timonel).
Coro de la A. A. del Teatro Maestranza.
Orquesta Sinfónica de Sevilla.
Director: Pedro Halffter.
Producción del Teatro de la Ópera de Roma
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imagen Con el aforo completo y grandísima expectación, comenzaba la tan ansiada serie de representaciones de Tristán e Isolda en el Teatro de la Maestranza. No es de extrañar, pues aunque arduo para el gran público, es un título tan universal como difícil de disfrutar, sobre todo en teatros que no tienen gran presupuesto. Sin embargo, contándose con un elenco de primer nivel y una puesta en escena atractiva, se ha conseguido que muchos aficionados andaluces descubran las excelencias de esta obra de un modo muy similar al que podría hacerse en las grandes capitales europeas o americanas.

Una prestación impecable la de la Sinfónica de Sevilla, que, como un todo, consiguió envolvernos completamente con su sonido empastado y brillante. Mención especial para la solista Sarah Bishop, que bordó su momento estelar del último acto. Obviamente cundió la labor incansable de Pedro Halffter, que, muy detallista, se estrenaba con este Wagner. Se propuso presentarnos claramente todos y cada uno de los tesoros que encierra la partitura y al final pareció perderse entre ellos, consiguiendo, eso sí, un balance perfecto entre orquesta y cantantes.

© 2009 by Guillermo Mendo

Claro que con voces como las de los protagonistas, habría sido muy difícil no obtenerlo. Triunfadora indiscutible de la noche fue la soprano dramática Evelyn Herlitzius, una ya experimentada wagneriana que nos enamoró -e impresionó por potencia y desenvoltura- desde su aparición en escena. Parece dominar a la perfección su privilegiado instrumento, sabe dosificarse, y no encuentra aparentes dificultades en las notas más extremas, por lo que pudo recrearse en los momentos más peliagudos para nuestro total deleite. A su lado, Robert Dean Smith, elegante y refinado, más lírico de lo deseado, firmó un Tristán sobresaliente en líneas generales. La interpretación del tenor norteamericano comenzó un tanto titubeante, para llegar a su mejor momento en el acto segundo; una pena que el cansancio aparente le ganara la partida en las últimas frases de su entregada escena del acto tercero.

Escudero y doncella, Reinhard Hagen e Iris Vermillion, estuvieron también a un gran nivel, el primero con un timbre peculiar y atractivo que imprimía al rol una arrebatadora juventud, y la segunda, con gran clase y tablas, que nos transportó con sus frases fuera de escena en el 'Liebesduet'. Reinhard Hagen resultó menos interesante como Marke, acusando problemas en las notas más graves.

© 2009 by Guillermo Mendo

Sorprende que en la actualidad aún se pueda ver un Tristán ‘histórico’, obviamente no apto para amantes incondicionales del regietheater, donde se siguen más o menos fielmente las líneas generales del libreto, y donde el vestuario -eso sí, el punto más débil de la producción- recrea la época a la que nuestra mente nos lleva cuando pensamos en la leyenda de los dos amantes. Los elementos escénicos, simples y contundentes, llenaron el escenario de sinuosas curvas que enmarcaban oníricas proyecciones, siendo el juego de luces muy adecuado en todo momento. Quizás sobraron, desde el punto de vista de quien esto escribe, todos los añadidos de atrezzo, pues contaminaban en exceso lo que se entendía como idea general del proyecto. Para finalizar, y desde el punto de vista eminentemente práctico, fue muy de agradecer tener a los cantantes siempre cerca de la boca del escenario, limitando sus movimientos a lo estrictamente necesario y permitiéndonos disfrutar de sus voces sin barreras innecesarias.

A la espera de unos Pescadores de Perlas en versión concierto, con el esperado regreso a Sevilla de Roberto Alagna, o el madrileño montaje de La Bruja para cerrar el curso, se nos anuncia que en breve será presentada la nueva temporada, con otros retos a superar e interesantes sorpresas que les comunicaremos en cuanto se produzcan.

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