martes, 21 de abril de 2009

"Allegro Vivace" en el Maestranza


Diario de Sevilla
Braulio Ortiz
21.04.2009

Amparanoia conoce a Rigoletto
'Allegro Vivace'.
Teatro Maestranza.

Sesiones con colegios (ya concertados) hasta mañana, a las 10:00 y a las 12:00. Hoy a las 19:00 hay una función para familias, con entradas aún disponibles a 8 euros (adultos) y 5 euros (niños).

El Maestranza alberga 'Allegro Vivace', espectáculo concebido para el público infantil en el que una joven ajena a la ópera descubre los encantos del repertorio lírico


Destierren los prejuicios sobre la ópera: no es "música muy antigua para frikis con mucha pasta" como observa uno de los diálogos de Allegro Vivace, espectáculo que enseña al público infantil, en el Maestranza, a valorar las cualidades del repertorio lírico. La ópera mola mogollón, van a aprender los 10.800 espectadores de los 129 colegios de Sevilla, Huelva, Cádiz y Badajoz que visitan el teatro en estos días.

¿Qué espera encontrar un niño cuando acude a su primer contacto con una soprano? Hay quien no anda desencaminado y, cuando se le cuestiona por sus expectativas, imita a una diva en una interpretación desgarrada. Otros se muestran un tanto desnortados y zanjan en una palabra sus previsiones. "Famosos", expresan con la ilusión en los ojos de quien va a conocer, de cerca, el brillo de la celebridad. Y hay a quien la ópera en sí misma no le quita el sueño, precisamente. "Tú pon que somos de Lepe", indica sin rodeos al periodista.

Antes del espectáculo, un actor de la compañía Yera Teatro va desvelando a través de una animación algunos detalles del Maestranza. Todo es chulo en su descripción: la sala en la que ya se han instalado los alumnos es "bien chula", y los técnicos del coliseo hacen, por supuesto, "cosas chulísimas". El intérprete lo afirma antes de mover una batuta imaginaria y pedirle al auditorio -ay, son los tiempos de Little Einsteins- que codirija un extracto musical con él. Logra, en todo caso, que el público vaya entrando en el juego. Y cuando se descorre el telón para dar paso a Allegro Vivace, el equipo de esta obra dirigida por Joan Font (Comediants) recibe tal ovación que habría hecho enfermar de envidia a cualquier icono pop.

Una chica (Marta Rosell) con el atuendo de Amparanoia o La Mari de Chambao, que desconoce los entresijos de la ópera y se teme que la impostación es algún virus despiadado, se topará con Vivace (Jordi Vidal), un melómano apasionado que le expondrá las razones por las que ama las composiciones de Verdi o de Puccini. La ópera, hace saber a su compañera de viaje, habla de pasión, de sensualidad, de celos, de los fascinantes meandros del juego amoroso. Y la falsa Amparanoia, prendada de su novio, empieza a interesarse por el asunto. Y en una pausa de un vertiginoso recorrido que se detiene en Monteverdi, Purcell, Mozart o Bizet, entre otros, la chica sucumbe definitivamente. Y dice eso de "mola mogollón, ¡quién lo hubiera pensado!".

Carmen, la heroína de Mérimée y Bizet, aparece en escena. Y un espectador, confundido con la pasión sureña de la cigarrera, exclama en voz no muy alta: "¡Flamenco!". "Me gusta esa tía fuerte y rebelde", prefiere asegurar la chica, cada vez más apegada a la causa. Su entusiasmo origina, incluso, que acuda a un casting donde queda patente la rivalidad entre la soprano y la mezzo, o que monte la escenografía para una versión de El elixir de amor, de Donizetti. Y asistirá conmovida al trágico final de Rigoletto, aunque en el patio de butacas alguien ponga reparos. "No lo entiendo", se rebela mientras Gilda agoniza en los brazos de su padre, "está muriéndose la tía y va y canta". Pero en la ópera, ya lo han aprendido otros, todo es posible.


ABC de Sevilla
Andrés González-Barba
21-04-09
El Maestranza hace un viaje por la historia de la ópera para 12.600 niños

El Teatro de la Maestranza no fue ayer el mismo que cualquier lunes por la mañana del año. No estaban preparándose los escenarios para una nueva ópera ni se estaban realizando ensayos de la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla, sino que 3.600 escolares estaban tomando literalmente en dos funciones distintas las butacas del teatro para ver la obra «Allegro Vivace. Viaje mágico por el mundo de la ópera».

Eran las diez menos cinco y los niños correteaban por el vestíbulo del Maestranza soñando con conseguir su añorado asiento. Muchos de ellos pensaban que no podrían acceder a ellos, pero al final llegaron las ansiadas entradas que la organización del teatro fue proporcionando a los profesores de los distintos colegios. Hasta el próximo miércoles se harán un total de seis funciones escolares para 129 centros de Sevilla y provincia, Cádiz, Huelva y Badajoz. En total pasarán por el coliseo maestrante 10.800 niños, amén de 1.800 escolares que irán acompañados por sus padres para disfrutar hoy por la tarde a las 19 horas de la función familiar.


Una vez más, y a pesar del mágico caos que se forma en el teatro minutos antes de la función, el milagro fue posible y todos los niños tomaron sus asientos. Organizar a tantos alumnos de Primaria y Secundaria no es tarea fácil, pero de nuevo hay que resaltar la labor organizativa de los responsables del teatro.

Mientras los jóvenes escolares fueron sentándose en sus localidades, una pantalla gigante proyectaba a personajes de animación que iban dando las recomendaciones necesarias que siempre hay que tener en cuenta antes de cada función: apagar los móviles, no hacer fotografías, etc. En esta ocasión el Teatro de la Maestranza ha apostado por un espectáculo que ha sido producido por el Liceo bajo la creación de Joan Font, famoso director de la compañía Els Comediants. El atractivo de este «Allegro Vivace» para el público más infantil fue la posibilidad de hacer un recorrido -en algo menos de una hora- por cuatro siglos de la historia de la ópera, desde su nacimiento en Mantua, hasta nuestros días. En este repaso sonaron músicas de Monteverdi, Purcell, Mozart, Rossini, Donizetti, Berlioz, Verdi, Bizet y Puccini, todas ellas vertebradas por dos simpáticos actores que iban recibiendo la réplica de los cantantes.

A lo largo de estos casi sesenta minutos tuvieron su protagonismo estos dos actores, cuatro cantantes y dos músicos que fueron desgranando piezas tan populares como la «Habanera» de la ópera «Carmen». Cuando sonó el clásico «Una furtiva lágrima» del «Elixir de amor», de Donizetti, un profesor que estaba junto a sus alumnos exclamó: «¡Qué bonito, esta música sí que me suena!». Otro de los momentos más destacados de la función fue cuando se representó un fragmento de «Rigoletto» de Verdi, del que también sonó el famoso brindis de su «Traviata».

Acercar la ópera a los niños
Según la directora gerente del Teatro de la Maestranza, Remedios Navarro, «estos espectáculos para escolares son una de las premisas para nosotros porque somos responsables de acercar la ópera a los niños». Asimismo, la responsable del coliseo sevillano destacó el trabajo pedagógico de estas funciones, que implica una labor de profesores previa y posterior a estas funciones escolares.
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El Correo de Andalucía
Niños muy poco conversos
Ismael G. Cabral

“La ópera es para frikis con mucha pasta”, afirma la protagonista de Allegro Vivace, espectáculo que esta semana puede verse en el Teatro de la Maestranza y cuya finalidad, aunque parezca lo contrario, es enganchar al público menudo a la lírica. “Muy bonito, pero esta música es de los tiempos de mari castaña”, asegura después la irreverente y luego conversa hippie que, buscando un lugar donde montar una fiesta, se topa con un extraño lugar en el que unos seres no menos raros se ponen a cantar a Rossini como si tal cosa.

El último espectáculo infantil del Liceo no es, todo hay que decirlo, un dechado de originalidad. Menos mal que, en el prólogo, la compañía granadina Yera Teatro se encargó de animar a los 2.000 niños (serán 12.600 al final) que abarrotaron ayer por la mañana, en función doble, el Maestranza. Hubo más pasión por la música en el muñecote digital que ocupó al principio el escenario que en toda la hora y media de Allegro Vivace. Y esto último lo corroboraron los peques: si no se habían dormido, jugueteaban con el móvil o alababan los atributos físicos de la prota. Al final, en medio de los aplausos, algún abucheo, contenido eso sí, que los profesores acechaban.

El superbarbero de Sevilla, La pequeña flauta mágica, El pequeño deshollinador y Dulcinea han sido algunos de los excelentes títulos para escolares programados por el coliseo en los últimos años. Allegro Vivace viene avalada por la firma de Comediants, pero en esta ocasión no hubo conexión con un inquieto y menudo público al que le pusieron difícil entender lo que sucedía en un enredado escenario en el que toda la ópera sonaba igual, con piano y violonchelo, fuera Monteverdi o Puccini que, al parecer, tanto daba. Menos mal que el parlanchín dibujo que hizo de animador en los minutos previos a la representación encandiló al personal haciéndole dirigir con una batuta imaginaria, enseñándole los instrumentos de la orquesta y formulando adivinanzas a algunos sufridos y un tanto despistados profesores. “¿Con trabajo parece...?” preguntaron. “El piano”, fue la respuesta, ¡ay!, de una ruborizada maestra.


Los Pescadores de Perlas


Les pêcheurs de perles

Georges Bizet

(1838-1875)

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ÓPERA EN CONCIERTO

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Ópera en tres Actos

Libreto de Eugène Cormon y Michel Carré

Estreno el 30 de septiembre de 1863

en el Théâtre-Lyrique de París

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Dirección PEDRO HALFFTER

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Zurga, jefe de los pescadores (barítono)

Nadir, pescador (tenor) ROBERTO ALAGNA

Leïla, sacerdotisa de Brahma (soprano) NATHALIE MANFRINO

Nourabad, gran sacerdote de Brahma (bajo)

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Real Orquesta Sinfónica de Sevilla

Director Artítico Pedro Halffter

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Coro de la A.A. del Teatro de La Maestranza

Director Julio Gergely




LIBRETO

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Figurines de Umberto Brunelleschi (1879-1949)

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En los años sesenta del siglo XIX, el ministerio francés de Bellas Artes tuvo la feliz iniciativa de subvencionar al Teatro Lírico Parisino con 100.000 francos para que se representara anualmente una ópera de tres actos cuya música hubiera sido creada por antiguos alumnos de Villa Médicis. Leon Carvalho, director del Téàtre-Lyrique, apostó por un joven de 25 años Georges Bizet (París 1838 – 1875).

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“Los Pescadores de Perlas” no tuvieron mucho éxito en su estreno, el 30 de septiembre de 1863, a pesar de su ambiente exótico, recibiendo numerosas críticas por parte de sus detractores, que encontraban que hacía demasiadas concesiones al wagnerianismo y al verdianismo. Sólo Hector Berlioz reconoció que había allí "una cantidad considerable de piezas musicales bellas y expresivas, llenas de vigor y de rico colorido".

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Los grandes cantantes se hicieron cargo de los papeles principales en fecha posterior; la interpretación de Caruso del personaje de Nadir es hasta hoy inolvidable. Algunos números aislados se han hecho conocidos en todo el mundo por medio del disco, la radio, etc., pero las interpretaciones de la obra completa son raras.

Bizet está aquí todavía en sus comienzos.





El amor de Bizet por los temas exóticos y su capacidad para manejarlos se reconocen con claridad en esta ópera. Lamentablemente, se encontró con un libreto muy débil que, aunque no le impidió incluir en la partitura algunas partes brillantes (sobre todo un aria de tenor, otra de barítono, un dúo para ambas voces masculinas y algunos buenos efectos orquestales), fue un obstáculo para la difusión de esta obra.

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El libreto se lo presentó a Bizet el director del Théátre Lyrique y respondía al gusto por el «exotismo», que en esa época estaba muy arraigado. El fundador de esta tendencia fue Félicien David (1810-1876), un orientalista y músico poco conocido en la actualidad, cuya obra sinfónica "Le Désert" promovió, con su descripción del desierto, las llamadas del muecín y sus imitaciones sonoras (muy sencillas), la pasión por la música «exótica».

El interés existía desde hacía mucho tiempo; en cierto modo, El rapto en el serrallo de Mozart corresponde a esa tendencia, así como el Oberon de Weber; algunas obras de Gluck, Grétry y otros pueden considerarse precursoras.

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De las pocas óperas compuestas por Bizet es tal el éxito y la repercusión alcanzados por la célebre “Carmen”, la última de ellas, que las otras pueden pasar casi inadvertidas. Ahí están, unas más ocultas que otras, “Don Procopio”, “Djamileh”, “Iván El Terrible”, “La bella niña de Perth” y “Los pescadores de Perlas”.

Estas dos últimas han alcanzado una mayor trascendencia, ayudada, claro está, por la disponibilidad de excelentes grabaciones comerciales. Si para “Carmen” hoy se dispone de más de una docena de versiones editadas en sistema digital, para “Los pescadores de perlas” son al menos cuatro los registros comerciales que ya hay en el mercado.

Tras haber ganado el codiciado Premio de Roma (otorgado por la Academia de Bellas Artes de la capital francesa) Georges Bizet tuvo por derecho propio la oportunidad de presentar una obra de un acto en el Teatro de la Opera de París. Para tal efecto se propuso arreglar “La guzla del Emir”, un trabajo suyo ya compuesto.

Pero otro teatro parisino, el Teatro Lírico, también daba una gran oportunidad, ciertamente mejor, a los ganadores del Premio de Roma. Esta consistía en la oferta de componer una vez al año una ópera en tres actos, y por una generosa suma de francos.

Bizet renunció entonces al proyecto de “La Guzla del Emir” y se abocó, a instancias del empresario León Carvallo, a la composición de otra ópera, de mayor envergadura, accediendo así a la tentadora oferta. Esta ópera sería “Los pescadores de Perlas”, con libreto de Eugene Cormón y Michel Carré, este último gran colaborador en textos para óperas de Gounod, Thomás y Offenbach.

Inicialmente “Los pescadores de Perlas” iba a ser ambientada en Méjico, pero luego se optó por la India, por resultar más atrayente su exotismo, y dando de esta forma respuesta a los requerimientos del público francés de la época que gustaba conocer óperas emplazadas en lugares remotos y curiosos.

Los meses de agosto y septiembre de 1863 tomaron el trabajo de la afinación de detalles del libreto y la composición. En su desarrollo hubo no pocas dificultades para acordar un desenlace la para obra. Finalmente “Los pescadores de Perlas” fue estrenada el 30 de septiembre de ese año 1863, en el Teatro Lírico de París.

La respuesta del público y de la crítica no fue unánime. Unos vieron en ella una obra maestra y alababan al joven Bizet, entonces de 24 años.
Otros, encontraron que la ópera hacía demasiadas concesiones a Wagner y Verdi, máximos exponentes de la ópera alemana e italiana de su tiempo.

Donde sí hubo acuerdo, compartido posteriormente por Cormón y Carré, fue en reconocer el desequilibrio entre un pobre libreto y una música que es avasalladoramente superior. Para la carrera de Georges Bizet, “Los pescadores de Perlas” fue una obra decisiva, que lo hizo famoso.

Debe considerarse que ella es anterior a todas las obras que hoy apreciamos de este compositor francés. Sólo su Sinfonía en Do Mayor la antecede varios años, pero hay que recordar que, curiosamente, esta obra fue conocida ya adentrado el Siglo 20. “Carmen”, la última obra de Bizet, vendría 12 años después que “Los pescadores de perlas”.

Esta ópera está llena de melodías fascinantes, resaltando entre ellas el formidable dúo “Al fondo de un templo santo” para tenor y barítono, el cual debe entenderse como un himno a la amistad. Su tema se oye en varios momentos del desarrollo de la obra. Con ello, la ópera se nos plantea valorando la lealtad como una gran virtud humana.


ARGUMENTO


La acción de “Los Pescadores de Perlas” se desarrolla en la India,
en tiempos no precisados.

Acto primero

Junto a una playa de una isla de Ceylan, una comunidad de pescadores de perlas
se prepara para una nueva temporada de trabajo, construyendo sus cabañas.
Los hombres elijen a Zurga como su jefe.

Hasta ese lugar llega Nadir, antiguo amigo de Zurga,
con quien éste recuerda el pasado y su común amor por una muchacha,
a la que ambos habían dejado de lado para no comprometer su recíproca amistad.

Se acerca una embarcación en la que los ancianos de la aldea
han ido a buscar a una doncella virgen cuyo canto,
según las tradiciones, aplacará las eventuales iras del mar
en las jornadas de trabajo venideras.

La joven elegida, además, habrá de alejarse de todo amor humano,
siendo fiel a un estricto voto de castidad.

Pero a quien se ha traído es Leila,
la misma mujer de quien Zurga y Nadir estuvieron enamorados.

Acto segundo

Junto a las ruinas de un templo,
Leila reposa después del retorno de las embarcaciones de los pescadores.

Allí se encuentra con el sacerdote Nourabad,
a quien la muchacha cuenta que alguna vez arriesgó la vida para salvar a un fugitivo,
quien, en recompensa, le regaló un collar.

Más tarde, junto a unas rocas, Leila se reúne con Nadir.
Reviviendo el antiguo amor, éstos prometen juntarse en el mismo lugar todas las tardes.

Pero los amantes son sorprendidos por Nourabad,
quien los lleva ante la aldea para denunciarlos.
Allí Zurga reconoce a Leila y, cegado por los celos,
en su calidad de jefe condena a muerte a la pareja por su traición.

Se desencadena una tempestad, que aterroriza a los pescadores,
pues piensan que es producto de la ira del mar ofendido.

Acto tercero

En la tienda de Zurga, Leila trata en vano de defender a Nadir.

Ante su inminente muerte, Leila entrega a Zurga su collar
para que éste lo haga llegar a su madre.

Pero grande es la sorpresa de Zurga al reconocer la joya y con él a Leila,
aquella muchacha que una vez le salvó la vida.

Las cosas toman otro curso, pues Zurga decide salvar a los amantes, haciéndolos huir.

Para distraer a la multitud
expectante por el suplicio de los traidores, Zurga incendia la aldea.

Leila y Nadir logran escapar, pero Nourabad sorprende y condena a muerte a Zurga.

Será él quien será inmolado en una hoguera,
que ya ha sido dispuesta para aplacar la ira de los dioses.

viernes, 17 de abril de 2009

“Allegro Vivace, viaje mágico por el mundo de la ópera”.


Fragmentos procedentes de las grandes óperas del repertorio, unidos por un hilo argumental sorprendente y lleno de humor, forman este espectáculo de iniciación a la ópera creado por la compañía Comediants.

Como todos los años el Maestranza cita al publico juvenil con la lírica, en esta temporada se trata de “Allegro Vivace, viaje mágico por el mundo de la ópera” espectáculo ideado por Joan Font (Els Comediants) para el Teatro del Liceu en la temporada 2003-2004 , con una duración aproximada de 75 minutos y dirigido a un público con edades comprendidas entre los 8 y los 16 años.

Aquí puedes descargar una guía didáctica creada por el Servicio Educativo del Gran Teatro del Liceu.

Fragmentos de ópera que aparecen en el espectáculo siguiendo el orden de aparición:

1. La Traviata – Giusseppe Verdi (1813-1901). Preludio. Acto 1º

2. Eurídice – Jacobo Peri (1561-1633). Ritornello Strumentale. Escena V

3. Orfeo – Claudio Monteverdi (1567-1643). "Lasciate i Monti", Coro de Ninfa e Pastori.Acto 1º

4. Dido and Aeneas – Henry Purcell (1659-1695). "The Sailor’s dance". Acto 3º5. Don Giovanni – W. A. Mozart (1756-1791). "Giovinette che fate all’amore".

6. La Damnation de Faust – Hector Berlioz (1803-1869). "Marche Hongroise".

7. L’italiana in Algeri - Gioacchino Rossini (1792-1868). Final del primer Acto.

8. Carmen – Georges Bizet (1838-1875). "Havanera".

9. Rigoletto – Giuseppe Verdi (1813-1901). Cuarteto "Bella figlia dell’amore" y final.

10. Orfeo ed Euridice – Christoph Willibald Gluck (1714-1787). "Che farò senzaEuridice".

11. Turandot – Giacomo Puccini (1858-1924). "Amore, vita, eternità".

12. L’elisir d’amore – Gaetano Donizetti (1797-1848). Selección de diversos fragmentos.

13. La Traviata– Giuseppe Verdi (1813-1901). "Brindis".



«Orlando», otro cumpleaños feliz


ABC de Sevilla
16-4-2009
CARLOS TARÍN


ÓPERA

«Orlando» de Haendel. Intérpretes_Jordi Domenech, Ingela Bohlin, Marina De Liso, María Espada, Denis Sedov. Al Ayre Español.Director_Eduardo López Banzo. Lugar: Teatro de la Maestranza. Día: 14/04/2009.

El 14 de abril de 1759 Londres daba su último adiós a Haendel, el mismo día que, justo 250 años después el Maestranza traía este maravilloso «Orlando». Ahora bien, nos hemos de preguntar por qué uno de los directores más solventes del panorama español, no sólo como artista, sino como denodado investigador y erudito conocedor de la ópera barroca vuelve a dar un zarpazo al original, eliminando mucha música, entre ellas la preciosa y decisiva «Non fu già men forte Alcide», la única que usa trompas para apoyar a Orlando en su defensa sobre su carácter afeminado. ¿Por qué, maestro? Desde el punto de vista artístico, sentimos que íbamos de las tinieblas a la luz, acaso como el dubitabundo Orlando, quien sabe finalmente que su destino es la gloria. Porque ya en la brillante obertura haendeliana un color inánime se adueñó de la orquesta.

La primera voz fue la de Sedov, un bajo bronco y de registro poco cuidado, que llegó bien a los profundos graves, casi no llega a los más altos, y que cambió de color a menudo.

Luego llegó la presencia de Domenech: la voz hacia dentro, la barbilla clavada al pecho, para desde ahí intentar sacar graves -forzados y descolocados- y defender unas muy débiles coloraturas, que intentó enmascarar con una expresividad afectada.

Y de pronto la luz se hizo, la escena se llenó del color rojo, cálido, del vestido y registro de María Espada, todo un monumento al canto, a la voz bien impostada, a unas notas firmes, bien asentadas, llenas, alcanzando con igual certeza y coloración el agudo que el grave, sin faltar el matiz apianado y de sensibilidad. Un prodigio.

El elenco femenino estuvo en estado de gracia, porque la menuda soprano sueca Ingela Bohlin, además de una voz limpia, hermosa y sugerente, mostró un fraseo lleno de lirismo, comprensión, amor o temores, bien enlazado y articulado, tanto como la italiana De Liso, en su papel de Medoro, al que dotó de una gran expresividad con las necesarias gotas de virilidad.

Excelente la orquesta, entre los que distinguimos a algunos músicos de la OBS, como el sevillano José Manuel Navarro y el vizcaíno Kepa Arteche, que nos ofrecieron un gran dúo de violas en la escena del sueño. Banzo finalmente tomó la medida acústica de la sala, una dirección más enérgica (excesiva en «Cielo, se tu il consenti»), y estuvo magnífico, tanto en la atentísima dirección como al clave, con su habitual conocimiento y entusiasmo.

jueves, 16 de abril de 2009

Al Aire de tu Vuelo

Obra interesante la suite preparada por Sánchez-Verdú para el día de ayer en el Maestranza,
una suite que no llegó a los 30 minutos y que, a buen seguro, dejó buen sabor de boca a los amantes de la obre del autor algecireño.

Un ambiente musical oscuro, inquietante, con susurros de pájaros escondidos por parte del Coro...todo parecía llevar al oyente a un bosque encantado, en penumbra. La obra se mueve dentro de un pertinaz acorde en tono menor, con unas dinámicas que oscillaban entre el ppp y el mezzoforte. Un gran tenuto cerraba la obra con arco ad libitum en la cuerda, que recordaba al preámbulo de afinación de cualquier actuación orquestal.

Es típico el uso de la orquesta como un auténtico instrumento percutivo, recursos como el uso de col'legno, soplo y golpeo sin boquilla en los metales.

El uso de las voces fue variado, con parlatos o susurros, Las voces del amado y amada fueron solventes, sobre todo ella, Ofelia Sala con una voz preciosa,recogida en los agudos.

La OJA, con cerca de un centenar de integrantes, dió siempre la impresión de dominar lo que hacía con auténtica profesionalidad, está claro que es un conjunto bien guiado.

La dirección del maestro Tamayo fué la de un auténtico concertador, controlando y ordenando con entrega.

fff

Los límites invisibles del cruce de tradiciones


Diario se Sevilla
Andrés Moreno Mengíbar
16.04.2009

Parte por la indudable calidad de su música, parte por la relación especial que le une a la dirección artística del Maestranza y a su familia, el caso es que la obra del algecireño José María Sánchez Verdú suena bastante en nuestro teatro. Bien visto no deja de ser una ventaja, porque estamos sin duda ante el compositor más interesante de su generación, el de una más acusada personalidad creadora y el de mayor madurez en la escritura orquestal desde el llorado Francisco Guerrero (dejando al margen a los maestros aún vivos, claro). No obstante, cabría ponerle a mi entender una serie de reparos a esta suite arreglada al efecto a partir de la ópera El viaje a Simorgh, estrenada en el Teatro Real de Madrid hace dos años. Así, desde mi sanjuanismo radical, creo que es una falta de ética artística el desestructurar la poesía de San Juan de la Cruz y el superponer momentos de La noche oscura sobre los del Canto espiritual, la cumbre de la poesía mundial sin lugar a dudas. Es el espíritu de los tiempos, lo sé, éste de la deconstrucción, la desestructuración y todo lo que quieran inventar, pero hay cosas que no tienen sentido.

En lo musical, la media hora escasa de la suite llega a resultar monótona. La maestría habitual de Verdú en la texturización tímbrica queda en segundo plano tras los ya esperables tics sonoros de su estilo, como los soplos en los metales, los col legno y los trémolos. Por último, la escritura vocal es a veces antivocal, más instrumental que significativa, por lo que apenas se puede juzgar la labor de esos espléndidos cantantes que son Sala y Ramón.

Ya en Erwartung, Dugger sólo llegó a convencer cuando cantó en forte y en los pasajes más crispados, porque del mezzoforte para abajo resultó plana y poco expresiva. Menos mal que Tamayo dirigió con gran inteligencia y sentido dramático a una brillante OJA, de una madurez admirable.

miércoles, 15 de abril de 2009

Haendel triunfa hasta cortado y sin escena

Pablo J. Vayón
15.04.2009
Diario de Sevilla

Los libretos de las óperas barrocas suelen ser ya lo suficientemente alambicados como para que las funciones de concierto no perjudiquen seriamente su comprensión, más aún si, como ayer, se presenta una versión considerablemente reducida, además de una obra que admite mal los cortes, pues Orlando es de los títulos de Haendel que se apoya en una estructura dramática más abierta y flexible.

López-Banzo se ha convertido en el máximo especialista español en ópera haendeliana, como muestran sus recientes grabaciones y sus giras. Maestro bien dotado para la teatralidad y para el lenguaje impetuoso y aristado, tardó en encontrar su sitio en el Maestranza, pues la obertura sonó plana y muy poco marcada en la articulación, si bien poco a poco encontró el tono dramático, el color y los contrastes.

Lástima que el contratenor Jordi Domènech trazara un pálido retrato del héroe: con voz opaca, sin proyección y graves pobres, buscó forzar la expresión a costa de la línea, con recursos (como el cambio de color, en busca de apoyo para los graves) que acabaron por resultar más efectistas que efectivos. El resto del elenco rindió sin embargo a muy buen nivel. Sencillmente soberbia la soprano extremeñana María Espada, voz solar, hermosísima, ancha, magníficamente colocada y proyectada, homogénea, capaz de matices infinitos en todos los registros y con una facilidad para la coloratura por completo deslumbrante. Algo más pequeña la voz de la sueca Ingela Bohlin, pero ágil y manejada también con exquisita gusto, exactamente igual que Marina de Liso, que aportó elegancia y un color sugerente a su algo anodino papel de Medoro. Vozarrón el de Denis Sedov, típico bajo eslavo, no muy pulcro en pronunciación y línea, pero con graves hondos y una ardiente expresividad.

martes, 14 de abril de 2009

Handel, el londinense


Londres celebra el 250º aniversario
de la muerte de su músico más ilustre
Eduardo Suárez (corresponsal)
Londres
martes 14/04/2009
El Mundo

La máscara funeraria de Handel.


Londres tiene tantos secretos como recodos y callejuelas. Uno de los mejor guardados se esconde aquí. En esta casita de ladrillo del barrio exclusivo de Mayfair. Aquí, en el número 25 de Brook Street, vivió y trabajó durante más de tres décadas George Frideric Handel (1685-1759). Y aquí murió tal día como hoy hace 250 años.
Londres celebra este año el aniversario de su músico más ilustre. Un alemán que llegó aquí con 38 años, abrazó sin reparos la nacionalidad británica y ganó fama y honores entre la aristocracia. La celebración es caótica y desmesurada. En los últimos días se han sucedido conciertos y conmemoraciones.
El Barbican programó a finales de marzo, por ejemplo, el oratorio 'La Resurrezione', interpretado con gusto y delicadeza por Concert d’Astree de Emmanuelle Haim. La Royal Opera House estrenó hace unos días un nuevo montaje de Acis y Galatea, donde brillan la voz de Danielle de Niese y un puñado de bailarines del Royal Ballet. Pinceladas de un año Handel que se completará con la creación de una base de datos con sus conciertos, la transmisión en la radio clásica de la BBC de todas sus óperas y el estreno mundial de un oratorio que retoma la historia del inacabado 'Jephtha', que Handel interrumpió debido a su incipiente ceguera.
Y sin embargo el asunto central de la efemérides se libra aquí, entre los muros que Handel habitó durante 32 años. La casa acoge hasta octubre una exposición que aborda la trastienda humana del compositor, ensombrecida casi siempre por la brillantez de su música. "No es fácil desentrañar a Handel", confiesa el comisario de la exposición, el afamado director de orquesta Christopher Hogwood. "Era una persona muy suya y difícil de descifrar. Dejó pocas cartas, pocas caricaturas y pocos escritos. En el siglo XIX aparecieron muchas anécdotas sobre él pero muchas están embellecidas y otras son completamente falsas. Por eso hemos tenido cuidado de que lo que aquí se cuenta sea más o menos la verdad".
Una verdad en ocasiones chusca y casi siempre tocada por la desmesura. Como la vida del propio Handel, un hombre capaz de jurar en siete idiomas, de comer en proporciones pantagruélicas y de beber grandes cantidades de vino y de cerveza.

El lecho de muerte de Handel.


Según la exposición, había dos Handel. Uno era irritable, misógino y sinvergüenza. El otro, generoso, franco, sociable y cosmopolita. A la luz de lo que se sabe de su vida, es difícil discernir cuál de los dos era el real. Probablemente ambos convivían entre estos muros de Brook Street, donde el compositor recaló buscando una zona recién urbanizada que no estuviera demasiado lejos del bullicio de los teatros.
Handel no se casó. Lo que ha desatado en los últimos años rumores sobre una posible homosexualidad de la que nadie ha encontrado hasta ahora pruebas fiables. Sí se sabe que estuvo a punto de pasar por la vicaría en dos ocasiones. Las dos se torció el asunto por cuestiones que poco tenían que ver con el amor o los afectos.
En Londres, Handel frecuentaba la amistad de familias de cierta alcurnia como los Harris o los Granville. Y llegó a amasar una suma respetable de dinero que guardaba en en efectivo o en acciones en las arcas del Banco de Inglaterra y que moldeaba con insólito talento de especulador.
En lo político, el compositor supo sobrevivir sin significarse en un entorno convulso, marcado por las luchas entre liberales y "tories". Handel fue desde muy pronto una especie de tesoro nacional y eso lo elevó por encima de las rencillas, haciendo de él una figura pública y respetada. En 1727 ganó la ciudadanía británica y siempre vivió como un londinense más. Iba a misa a la iglesia del barrio, daba conciertos a beneficio de un hospital para huérfanos y componía para la Casa Real.
En la exposición hay objetos que harán las delicias de los mitómanos. Por ejemplo, la máscara funeraria que el escultor Roubiliac le hizo antes de morir o la partitura de 'Jephtha' en la que el genio anotó el 3 de febrero de 1751: "Incapaz de continuar debido a un debilitamiento de la visión en mi ojo izquierdo". No fue su última obra: aún se las arregló para revisar y componer algunas piezas menores con la ayuda de su amanuense personal. Sin embargo, ese día marcó en cierto modo el inicio de su decadencia.
Murió el 14 de abril de 1759 en su dormitorio del segundo piso. En esta cama cortita pero majestuosa, con dosel rojo y sábanas de lino, donde pasó a solas tantas noches de su vida. Cabe decir como curiosidad que los periódicos se hicieron eco del óbito un día antes de tiempo. El 13 de abril todos dijeron que había fallecido. Erraron el tiro por unas horas y hubo de desmentirles con una carta James Smyth, perfumista de Bond Street, que dijo haber visto con vida al maestro.
Handel falleció tal día como hoy. A la mañana siguiente. Ocho días después de supervisar la interpretación de su 'Mesías' en Covent Garden. Durante el día de hoy, su casa (http://www.handelhouse.org/) permanecerá abierta de forma gratuita y en sus estancias se interpretará música del maestro. Sonarán los violines y los clavicémbalos para conmemorar el óbito del mejor músico londinense de todos los tiempos.

lunes, 13 de abril de 2009

La obra Pictórica de A. Schönberg

En esta página web y en esta otra podrás conocer una faceta menos conocida del compositor Arnold Schönberg: La pintura y el Dibujo.


Tal obra consta, entre otros, de autorretratos, caricaturas, bodegones o paisajes.


Muy interesante los diseños escénicos que ideó para sus propias óperas:
Erwartung (la espera) o Die Glückliche Hand (la mano feliz).

Boceto para Die GlücKliche Hand

Las Obras Dramáticas de Schonberg

La revista electrónica Opusmúsica publicó entre Marzo y Julio del 2006 una serie de 5 artículos sobre las obras drámáticas de Schönberg intituladas "Las obras dramáticas de Arnold Schönberg o la presciencia de la ópera futura" con autoría de Manuela Mesa.


Autoretrato A. Schönberg


A continuación los enlaces a dichos artículos:

1. Introducción.
2. Erwartung
3. Die Glückliche Hand
4. Von Heute auf Morgen
5. Moses und Aron

jueves, 9 de abril de 2009

ERWARTUNG, Arnold Schonberg

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ERWARTUNG
(Expectación)
Op.17

Monodrama en un acto
Libreto de Marie Pappenheim


Estreno:
6 de Junio de 1924
Deutsches Landestheater, Praga
Marie Gutheil-Schoder "Eine Frau", soprano.
Dirección Alexander von Zemlinsky.
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Duración aproximada: circa 29 min.
Dirección: Arturo Tamayo
Ella: Adrienne Dugger
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La obra tiene forma de monólogo para soprano sola, con una gran orquesta detrás. En concierto, dura cerca de media hora. A menudo se empareja con la ópera de Béla Bartók El castillo de Barba Azul, pues se consideran dos obras de carácter y tema psicológico similar.
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La sucinta descripción de Schönberg de la obra fue: "En Erwartung se trata de representar en movimiento lento todo lo que ocurre durante un solo segundo de máxima excitación espiritual, alargándolo hasta llegar a la media hora."
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Boceto del propio Schönberg para "Erwartung"
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com mp3 descargables
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miércoles, 8 de abril de 2009

El viaje a Simorgh, Enlaces









Artículo en el PeriodistaDigital.com el día del estreno en el Teatro Real de Madrid

Por José Catalán Deus 04.05.07


El estreno de una ópera española sería acontecimiento en cualquier caso. Si trata de mística y su autor tiene menos de 40 años, la expectación se calienta. 'El viaje a Simorgh' se estrenó en el Teatro Real. Estuvimos para contárselo.

Uno se sienta en su butaca sabiendo que se quiere comunicar algo importante, superior a lo cotidiano; se trata de mística, y la palabra siempre causa respeto y cierta sumisión. Durante casi dos horas, el misterio aletea, a veces potente, a veces alicaído. Pero ni el éxtasis, ni el descubrimiento emocional a secas, ni siquiera el contacto intelectual cómplice, aparecen. En su lugar, insinuaciones desvaídas, alusiones groseras, intentos que no perduran. El tema es el más difícil, el acierto casi imposible. Si el músico se hubiera aliado con mejor guionista quizás hubiera la obra mejor madurado. Demasiadas escenas, demasiado variadas. pero un experimento digno de hacer y digno de contemplar.

Así diríamos con toda sinceridad de este 'El viaje a Simorgh'. Su autor cree que 'la ópera es el auténtico laboratorio en el que se pueden plasmar los elementos más complejos y dispares de la creación artística'. Lo ha intentado empleando lo mejor de sí mismo. Felicitaciones a él y a todos los que le acompañan en esta aventura del Teatro Real.

Una instrumentación excelente, con recitativos difíciles de seguir y un libreto bien intencionado pero deficiente. Sánchez-Verdú es un gran músico y ha compuesto una gran ópera con recursos musicales imaginativos, con acento propio, con personalidad, y con una ambientación electrónica novedosa en la ópera mundial que modifica la orientación de los sonidos introduciendo sorpresa y emoción. La escenografía del artista Frederic Amat es también notable en su conjunto, aunque no sean adecuadas en mi modesta opinión las proyecciones a escenario completo, aunque haya alusiones gratuitas a los gustos del momento.

Hoy el Teatro Real presenta el estreno mundial de una ópera española actual, 'El viaje a Simorgh', con música y libreto de José María Sánchez-Verdú, nacido en Algeciras en 1968, con la dirección de escena y escenografía a cargo de un conocido artista plástico, Frederic Amat. El texto es una libre adaptación de la novela de Juan Goytisolo Las virtudes del pájaro solitario, con poemas y textos de San Juan de la Cruz, Ibn al Farid, Fariduddin al-Attar, El cantar de los cantares (en la traducción de Fray Luis de León) y Leonardo Da Vinci.


'EN PLENA COMUNIÓN CON EL SUFISMO'

En palabras de su autor, “la obra traza un desplazamiento, un éxodo, una búsqueda en la que los lugares, tiempos y personajes de la novela de Juan Goytisolo constituyen las etapas o jardines que trazan las aves del relato sufí de Attar en el camino hacia Simorgh, esa ave mística, ese rey buscado. En la unión mística final la plenitud produce la revelación: cada una de las aves ha llevado el Simorgh en sí misma, el viaje ha sido un viaje interior, en plena comunión con el sufismo. En el camino está la poesía de San Juan de la Cruz, el gran poeta sufí del occidente cristiano, que convive con las voces poéticas de otros grandes poetas de las tradiciones persa y árabe”.

Este estreno, con el que el Teatro Real continúa su política de nuevas creaciones y de apoyo a la música española, quiere ser, en palabras de sus creadores, “un puente de unión entre oriente y occidente, una búsqueda en el interior de cada uno”. También se caracteriza la ópera por su novedad creativa gracias al empleo de la electrónica en vivo y a la utilización total del espacio, ya que toda la Sala funciona como una caja de resonancia en la que conviven desde la viola de gamba hasta los elementos más vanguardistas. Cantantes, actores, bailarines, músicos que salen del foso y una escenografía simbólica y creativa, configuran uno de los espectáculos más completos de la presente temporada, según los responsables del Teatro.

Se hace referencia a la música española del siglo XVI con el uso de violas da gamba, y a músicas de la tradición islámica, integradas en un lenguaje musical unificado y original. El uso total del espacio arquitectónico, junto a la danza y el movimiento, son elementos también sustanciales e imprescindibles en este viaje. El director musical del Teatro Real, Jesús López Cobos, tiene a su cargo esta nueva producción, en la que interviene un espléndido reparto encabezado por el barítono alemán Dietrich Henschel (que se presenta en el Teatro Real), la soprano Ofelia Sala, el contratenor Carlos Mena, el tenor José Manuel Zapata y el actor José Luis Gómez.

Se trata de un acontecimiento que resultará muy interesante a los que tengan la suerte de presenciarlo, en la línea siempre espectacular de este Teatro Real, que continúa así una política de nuevas creaciones que ha dado frutos como Divinas Palabras de Antón García Abril, Don Quijote de Cristóbal Halffter, La señorita Cristina de Luis de Pablo o Dulcinea de Mauricio Sotelo.

Coincidiendo con este estreno, la editorial Galaxia Gutenberg / Círculo de Lectores publica una nueva edición de la novela de Juan Goytisolo Las virtudes del pájaro solitario, que incluye una veintena de ilustraciones de Frederic Amat. Un texto clave en la obra de su autor, y que supone un esfuerzo por enlazar, bajo un escenario apocalíptico, la mística de San Juan de la Cruz de Cántico espiritual —la figura del pájaro solitario como símbolo del alma contemplativa— con la tradición sufí, en un texto que aúna erotismo, poesía, misticismo e innovación en opinión de la editorial.


'POESÍA Y CONOCIMIENTO DE LA MANO'

Sánchez-Verdú cree que la voz (”el supremo misterio del hombre” para Lévi-Strauss, "aúna el alma y el diafragma" para G. Steiner) puede ir más allá del modelo apegado a la tradición por caminos sorprendentes y nuevos, y que la música es el sustrato sobre el que nuevos elementos interaccionan, transformándolo e incluso trascendiéndolo hacia otras formas quizá todavía por idear. 'Viviendo tiempos en los que predomina la falta de riesgo, lo fácil, la mera repetición y la mitomanía de las estrellas o la tiranía de los directores de escena, todos jaleados por cierto público, crítica e intereses de mercado', presenta una obra en la que 'la sensibilidad, la aventura y la renovación de la tradición nos haga confluir en un viaje donde lo poético y el conocimiento se den la mano a partir de la música'.

Pero lo Poético resulta casi irreconocible, y el Conocimiento no aparece por ningún lado. Mística, mística cristiana y mística súfi, son cuestiones mayores que aquí se manejan con superficialidad, como el mismo hecho de considerar a San Juan de la Cruz un místico sufi, vieja polémica absurda.

Frederic Amat cree que hay que sugerir las cosas más que mostrarlas, con voluntad de síntesis y cuestionamiento; que hay que crear un espacio escénico en donde celebrar esta otra realidad y acontecimiento que reinventa el teatro en cada representación, un espacio escénico como vehículo de tránsito del mundo auditivo al mundo visual, en correlación con las diferentes expresiones en escena: poesía, coreografía, dramaturgia y expresión cinematográfica. Todos ellos dispuestos a diluir su mutua presencia con el fin de que la ópera se revele a sí misma.

Ambos han explicado abundantemente estos días su propósito. 'El viaje a Simorgh' se ha aproximado al objetivo. Pero para mí al menos, innovar no es empezar una ópera con una larga proyección de vídeo o dos figurantes practicando sodomía. Innovar no es convertir la palabra en ruido ininteligible, y los mejores versos de nuestra poesía en desgajados balbuceos. Innovar no es oscurecer sino alumbrar, y el siglo XXI no puede, no debe ser un estertor del siglo XX.

Prologo de "Las virtudes del pájaro solitario"

de Juan Goytisolo, con ilustraciones del artista Barcelonés Frederic Amat,

principal obra en la que se basa "El viaje a Simorgh".

Las virtudes del pájaro solitario

Aquí un comentario sobre dicha obra:

«En la interior bodega de mi amado bebí». Con estos versos de San Juan de la Cruz se abre una de las novelas más atrevidas de la narrativa española. Las virtudes del pájaro solitario, publicada en 1988, enlaza, bajo un escenario apocalíptico, la mística del San Juan de la Cruz de Cántico espiritual -la figura del pájaro solitario como símbolo del alma contemplativa- con la tradición sufí. Erotismo, poesía, misticismo e innovación en un texto acompañado por más de una veintena de ilustraciones del artista Frederic Amat.

LAS CONDICIONES del pájaro solitario son cinco. La primera, que se va a lo más alto; la segunda, que no sufre compañía, aunque sea de su naturaleza; la tercera, que pone el pico al aire; la cuarta, que no tiene determinado color; la quinta, que canta suavemente". Estas palabras de los Dichos de luz y amor de San Juan de la Cruz bien podrían, retrospectivamente, leerse como una descripción de Las virtudes del pájaro solitario, el libro de Juan Goytisolo que ha servido de inspiración a José María Sanchez-Verdú.

Pese a que no falta quien dice que hasta del Cántico espiritual podría salir un guión de cine, la soledad y la ambigüedad de la voz que habla en la novela parecían hacer difícil cualquier adaptación. No en vano es un texto sin personajes. Goytisolo, no obstante, sostiene que cuando concibió la aparición de la muerte sembrando la cizaña llegó a imaginarla como una ópera. Aunque subraya una prevención: "Siempre he procurado escribir para no ser adaptado. Para mí la literatura no es un medio". Las virtudes del pájaro solitario apareció en 1988. Su autor acababa de cerrar su ciclo memorialístico. Pasado el tiempo, recuerda que escribió la novela de un tirón: "Tenía la impresión de estar genéticamente preparado para escribirla". En su origen había una circunstancia imborrable: "Me creía afectado por la pandemia que afectaba a muchos de mis amigos". El sida. "Al final resultó ser una enfermedad que había contraído comiendo verduras en Egipto".

Respecto a la relación entre música y literatura, Juan Goytisolo sostiene que igual que existe un oído musical, existe un oído literario: "Se tiene o no se tiene. No es una valoración sobre la narrativa, pero la mayoría de los escritores que me interesan lo tienen; Joyce, Céline, Carlo Emilio Gadda...". Muchas de sus obras, dice, también están escritas en función de ese oído. De hecho, desde que publicó Telón de boca en 2003 no ha vuelto a escribir ficción más allá de los textos cortos que suele leer en público: "Desde Señas de identidad cada libro es una propuesta nueva. Y si no tengo nada que decir, me callo".

El Viaje a Simorgh

El próximo 15 de abril del 2009 a las 20’30 h. La Orquesta Joven de Andalucía interpretará, en versión concierto, "El Viaje a Simorgh.” ópera en dos actos de José maría Sánchez-Verdú y el monodrama Erwartung (la espera) de Arnold Schonberg.

El Viaje a Simorgh

La ópera El viaje a Simorgh de José María Sánchez Verdú fue estrenada el 4 de Mayo 2007 en el Teatro Real de Madrid. Su título se inspira en el relato poético El coloquio de los pájaros, escrito en el siglo XII por el poeta sufí Al Attar, en él que se relata el viaje que todos los pájaros de la tierra desean hacer hacia el Simorgh, el rey de los pájaros, como analogía de la divinidad, origen y destino de todo viajero y de cualquier buscador de la trascendencia. Un viaje interior y místico, como señala el compositor y libretista José María Sánchez-Verdú. La ópera se basa también en la nóvela Las virtudes del pájaro solitario de Juan Goytisolo, donde el hipertexto y la intertextualidad son esenciales. En ella, la narración se sitúa en un ámbito atemporal, en un espacio mental más que real, en el que se establecen paralalelismos entre la época y las vicisitudes de San Juan de la Cruz y la actual, mostrando las dificultades que siempre tienen que arrostrar los heterodoxos, aquellos que huyen del pensamiento establecido. Las referencias a la inquisición y las dictaduras, a los pensamientos totalizadores e intolerantes son evidentes. El relato muestra una visión apocalíptica de desgracias naturales y enfermedades que entroncan una pandemia como la peste con la enfermedad del sida actual. En ella parece que la salida pasa por una búsqueda espiritual y, con todas las complejidades y niveles de lectura que tiene, se desarrolla también como un canto a la multiculturalidad y la libertad del pensamiento.


ARGUMENTO

ACTO I

Escena 1. Descenso al paraíso.

La Muerte entra en la alhama, la sauna/burdel,

descendiendo uno a uno los 33 escalones de una escalera de caracol.

Con el dedo va señalando a sus víctimas,

que caen fulminadas (de plaga, peste, radiación, sida...)

Cae La Doña.

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Interludio 1. Violín solo.

Comienza el viaje de los pájaros.

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Escena 2. El balneario.

Terraza. Balaustrada con hortensias.

El Amado, el/la Seminarista, el Archimandrita y Ben Sida y otros están,

pero no se comunican.

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Escena 3. Memoria del agua.

La escena transcurre bajo el agua, o eso parece.

San Juan recrea su caída, de niño, al pozo.

Al otro lado de la superficie del agua ve a la Amada, en forma de Virgen.

El Amado canta “La fonte”.

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Interludio 2.

Continúa el viaje de los pájaros.

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Escena 4. Barzaj.

Se ha declarado una plaga, o epidemia, en el balneario.

El servicio ha desaparecido.

Hay sensación de cuarentena y de amenaza inconcreta.

Los altavoces dan instrucciones incomprensibles.

El Amado trata de establecer conversación con el Archimandrita,

pero éste lo impide,

porque se trata de una conversación no autorizada.

Ben Sida canta “Rosa de alquimia” de Adonis.

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Escena 5. Sulamith.

El coro celebra a la Amada cantándole elogios del “Cantar de los Cantares”.

Ella busca al Amado:

«¿Adónde te escondiste, / Amado, y me dejaste con gemido?»

.

Escena 6. La celda.

El Amado está escribiendo el “Tratado de las virtudes del pájaro solitario”,

en el que se reconoce la “Llama de amor viva”.

Se ve obligado a comerse los pliegos, para eliminar pruebas,

porque llegan Don Blas y Doña Urraca.

El Amado es azotado mientras un coro de Calzados canta “Miserere mei Deus”.

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Interludio 3.

Pájaros, perseguidos, acorralados, muriendo en el camino.

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Escena 7. La peste.

El balneario se ha convertido en hospital policial o militarizado.

El/la Seminarista está en una cama rodeado de médicos y policías

y muere de muerte horrible.

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ACTO II

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Escena 8. La biblioteca.

En una biblioteca, el Joven Señor Mayor y el Amado

coinciden en sus apreciaciones,pero se les impide comunicarse.

Lo hacen, sin embargo, y acaban unidos, como en éxtasis.

Ben Sida, canta un verso mestizo,

hijo de San Juan y de Ibn al Farid.

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Escena 9. Kitab al-Isra.

En la cárcel, asistimos a una huida mística, tipo “Noche oscura”:

«por la secreta escala, disfrazada».

El Amado está escribiendo las condiciones del pájaro solitario.

La Amada canta y se le acerca un poco más que antes.

El Coro recuerda el estudio del vuelo de los pájaros de Leonardo da Vinci.

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Escena 10. Elogio del aire.

El pájaro solitario, encarnado por el bailarín y el violinista.

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Escena 11. Auto de fe.

En la biblioteca se desarrolla un auto de fe.

Se queman libros y se leen índices de títulos prohibidos.

El Joven Señor Mayor muere, al ser rodeado y silenciado por el coro.

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Escena 12. Memoria del fuego.

El coro danza en torno a la hoguera de los libros.

Del fuego salen letras de distintos alfabetos.

Al pronunciarlas el coro —como en las “Lamentaciones” de Jeremías (Aleph, Beth, Ghimel...)— ellas danzan y se esparcen con el humo.

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Escena 13. La rosa y el ruiseñor.

Dúo de amor entre la Amada y el Amado.

Entra cada uno por una parte y se van acercando poco a poco,

hasta encontrarse.

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Escena 14.

En las galerías superiores, una fanfarria toca una música circular

que parece girar sobre las cabezas de los espectadores.

En escena giran bailarines derviches.

Los pájaros han llegado a Simorgh.

En el centro del escenario, como sobre una montaña, ocurre la transfiguración

.

final

La Muerte / Simorgh


ELENCO

Dirección: Arturo Tamayo

Principales Interprtes: Claudia Barainsky y Josep Miquel Ramón

Coro A.A. del Teatro de la Maestranza

Orquesta Joven de Andalucía

ENLACES

Teatro de la Maestranza

José María Sánchez-Verdú