lunes, 1 de febrero de 2010

«La Sinfónica y el Maestranza deberían quedar al margen de las crisis económicas»

Juan Carlos Marset _Profesor universitario y ex delegado municipal de Cultura
Juan Carlos Marset ha vuelto a la Facultad de Comunicación tras su fugaz paso por la política municipal,de la mano de su amigo Alfredo Sánchez Monteseirín, y por la política nacional, de la mano de César Antonio Molina, que cuando Zapatero lo nombró ministro de Cultura lo puso al frente del poderoso Inaem. En esta entrevista se muestra comprensivo con la actuación de su sucesora, Maribel Montaño, «a la que le han tocado -afirma- unas circunstancias económicas muy difíciles», pero considera que los recortes tanto a la Sinfónica como al Maestranza no deberían repetirse en el futuro.
-¿En qué proyectos anda metido ahora?
-Doy clases en la Universidad desde hace 25 años y tengo varios proyectos y uno de ellos es hacer un centro innovador relacionado con las artes escénicas y la tecnología, y en el que voy a contar con todos los grandes creadores en este campo en la ciudad como Juan Ruesga, Távora, etc.
-Los mismos que le dieron hace poco el premio «Escenarios de Sevilla»...
-Sí. No sé si es un premio merecido, pero, en todo caso, sí estoy muy agradecido porque sé lo que significa para los que me lo han dado.
-¿Es verdad que cuando le visitaban en su despacho para presentarle un proyecto usted les prometía siempre una subvención de «100.000 euros»?
-(Risas). Eso se lo he leído a usted en alguna ocasión, pero no es exactamente así. Uno de los programas, en efecto, que teníamos en la Delegación de Cultura nos permitía conceder subvenciones por esa cantidad si se daban una serie de condiciones, pero hubo casos en los que los papeles se presentaron fuera de plazo y no se les dieron los cien mil euros. Pero había muchos más tipos de ayudas.
-Por ejemplo, las destinadas a la Bienal de Arte Contemporáneo. ¿Es verdad que les prometió a los organizadores de la primera edición una subvención de un millón de euros para evitar el escándalo de una suspensión un mes antes de su inauguración? ¿Y es cierto que que aún están esperando ese dinero?
-La Administración es algo muy serio y no se puede subvencionar ningún proyecto privado así como así. Es verdad que hubo un ofrecimiento de esa cantidad si se dejaba la puerta abierta a que la Bienal, un proyecto privado, pasase a ser público, pero ellos no lo aceptaron. En caso de que lo hubieran aceptado, esa subvención sí se podría haber hecho efectiva.
-¿Cree que por eso le llamaban algunos «vendedor de humo»?
-A veces cuando uno hace proyectos a largo plazo, se le critican, porque hay gente que lo que quiere son cosas inmediatas. Comprendo que me criticaran cuando anunciaba proyectos que podrían tener su velocidad de crucero dentro de 10 ó 15 años. Pero no creo que puedan ser consideradas «humo» las casi veinte plazas que se han venido cubriendo de la ROSS, o las giras internacionales de los últimos años, la ampliación del Maestranza, la nueva red de teatros de gestión privada de la ciudad en zonas de la ciudad como El Cerro del Águila o las proximidades de El Vacie, el nuevo Festival Internacional de Teatro de Sevilla o la Biacs, ambos promovidos desde la iniciativa privada con ayuda pública, la venida a Sevilla del cuadro «Santa Rufina» de Velázquez, o el Centro de las Artes de Sevilla, por sólo citar algunos ejemplos evidentes.
-El Centro de las Artes no tiene programación a 6 meses vista ni director en este momento...
-No sé como está ahora eso, pero en este tema reconozco que me equivoqué con Pedro G.Romero porque pensé que el sector creativo más radical de la ciudad podría incorporarse a un proyecto institucional. No fue así, pero Fernando Roldán creo que ha hecho una tarea encomiable con muy pocos recursos.
-¿Le reprochó el alcalde que se fuera a Madrid y lo dejara tirado?
-Yo no lo dejé tirado. Él me dejó marchar cuando recibí la oferta de dirigir el Inaem.
-¿Y tampoco viendo lo que ha pasado en estos dos años y medio con algunos de los proyectos culturales de la ciudad?
-Tampoco. Cuando uno llega a un cargo público, marca una dirección y la de ella y la mía han sido distintas.
-El día de su relevo pronosticó que Maribel Montaño lo haría «mejor» que usted, ¿cree que ha sido un buen profeta?
-(Risas). Lo ha hecho diferente, yo no voy a decir si mejor o peor.
-Pero si a su sucesora le llaman incluso «Terminator»...
-Ahora estamos en unas circunstancias muy difíciles y no es un momento adecuado para construir y crear nada, pero «Terminator» era un robot que destruía y, por tanto, no estoy de acuerdo con ese apelativo. Ella es más moderada y templada que yo. Y también sus «tempos» son diferentes a los míos y tal vez eso generó en mi época un exceso de oferta cultural. Pero ella ha sido una gestora más hecha y más estable.
-¿Es propio de un gestor «más hecho» y «más estable» quitarle 780.000 euros a la Sinfónica y más de un millón de euros al Teatro Maestranza?
-Los delegados de Cultura, pobrecitos de nosotros, no tenemos tanto poder. El dinero lo da Hacienda y a una Delegación le llega lo que le llega y uno tiene que priorizar.
-¿Y usted no hubiera «priorizado» la Sinfónica, quitando el dinero de otro sitio, como han hecho los delegados de Cultura de Málaga y Granada, que han mantenido intactos los presupuestos de sus orquestas?
-Yo no puedo valorar eso ni conozco la situación económica de estos ayuntamientos.
-¿Lo hubiera hecho entonces igual que Maribel Montaño?
- Yo, desde luego, lo habría pensado mucho antes de tomar esta decisión y habría intentado conseguir recursos de otros sitios, pero las circunstancias de cada uno son las que son. Con un poco de previsión, tal vez se podrían haber buscado otros recursos de entidades nacionales o internacionales, aprovechando que Sevilla es Ciudad de la Música para la Unesco.
Sevilla, Ciudad de la Música
-¿Corre peligro esa calificación que usted consiguió para Sevilla por estos brutales recortes?
-En efecto, esta calificación se basa en muchos criterios, también de inversión, pero no creo que vaya a llegar la sangre al río porque ni la Orquesta ni el Maestranza corren el riesgo de desaparecer.
-¿La carta de los cuatro ex alcaldes fue pues una exageración?
-No. La carta de los alcaldes me pareció muy correcta y fue una llamada de atención. Pero no hay que olvidar que el Maestranza ha mejorado mucho su presupuesto durante los últimos 5 años y que en la Sinfónica, el último año de mi gestión, salieron 20 plazas nuevas de profesores. Por eso creo que se puede aguantar una etapa de crisis.
-¿No la parece entonces tan grave la situación?
-No es tan grave, pero creo que esto no debería volver a pasar y para eso hay que estar unidos para que los objetivos que llevamos consiguiendo desde hace tanto tiempo no se vayan a perder. Yo propongo un pacto con todos los partidos y administraciones implicadas para que el Maestranza, la Sinfónica y alguna institución más como el Museo de Bellas Artes quedaran al margen de estos vaivenes presupuestarios, es decir, de la crisis económica, y también de los nombramientos políticos. Pienso en una fundación como la que se hizo con el Teatro Real, en la que participara también la sociedad civil y grandes empresas. Eso permitiría incluso generar recursos propios al Maestranza alquilándolo o con grabaciones de la orquesta, como ya está haciendo Halffter. Y creo que también permitiría guardar dinero tras crear un fondo de reserva para la época de las vacas flacas.
-¿Fondo de reserva? Sinceramente no veo a Montaño muy predispuesta a eso...
-Montaño ya ha dicho que este recorte es coyuntural. Y lo que hay que hacer ahora es, todos unidos, tanto administraciones como los partidos, reconstruir en los años próximos el daño que este recorte causará en 2010.
-¿Está de acuerdo con lo que ha dicho su sucesora de que el recorte de la Sinfónica se compensa no haciendo giras?
-Las giras me parecen imprescindibles: deben ser fijas y formar parte del perfil fijo de la orquesta. Además, se pagan muchas horas a las músicos que no trabajan y se pueden rentabilizar con giras y asistencias a festivales. No hacer giras sería retroceder, pero si un año no se hace tampoco pasa nada. Quiero recordar que las dos últimas giras por China y Centroeuropa de la Sinfónica de Sevilla fueron apoyadas por el Ministerio, estando yo al frente del Inaem.
Televisión municipal
-Una curiosidad: el Ayuntamiento se gastó un millón de euros en abrir una televisión municipal muy poco antes de quitarle casi lo mismo a la Sinfónica. ¿Usted lo hubiera hecho?
-Esa comparación a mí no me vale. Es como si nos comparáramos con las autopistas.
-Se lo pregunto de otra manera: ¿No cree que hubiera sido mejor esperar a que pasara la crisis para gastarse ese dinero en abrir una televisión municipal?
-Abrir una televisión me parece una decisión legítima y no voy a valorar su oportunidad porque haya coincidido con estos recortes. Creo, además, que viene de años atrás, si bien ahora es cuando ha habido que poner el dinero.
-Montaño justificó los recortes a la Sinfónica y al Maestranza hablando de otras «emergencias sociales» que había que poner por delante , ¿le parece que una televisión municipal lo es?
-Repito lo que dije antes.
-¿Y no sería más lógico esperar y no quitarle ese dinero a una orquesta que pasea el nombre de Sevilla por el mundo y de la cual es su mejor embajadora?
-Son ámbitos distintos.
-¿Pero le parece bien o mal?
-Ni mal ni bien. Si está ahí y se tiene que hacer...

miércoles, 20 de enero de 2010

ABONO JOVEN 2009-2010

El Teatro de la Maestranza ofrece a jóvenes menores de 26 años 150 abonos de Terraza y Paraiso (75 más para estudiantes de la Universidad de Sevilla) para espectáculos líricos, conciertos o danza.

Se puede solicitar en la web del Maestranza en el período del 25 al 29 de enero a un precio de 30 euros y se adjudicarán por orden de llegada.

PROGRAMACIÓN DEL ABONO

Día 13 de febrero, 2010 (Versión Concierto) Programa doble, a las 20.30 horas
Ópera
EL EMPRESARIO de Wolfgang Amadeus Mozart (1756-1791)
EL PRISIONERO de Luigi Dallapiccola (1904-1975)
Dirección musical, Santiago Serrate
Principales intérpretes, Raquel Lojendio, Gustavo Peña, Alfredo García
Orquesta de Córdoba
Coro de Ópera Cajasur


Día 14 de marzo, 2010, a las 20.30 horas
Piano
KATIA & MARIELLE LABÈQUE
Obras de Albéniz y Ravel


Día 23 de marzo, 2010, a las 20.30 horas
Ópera
TURANDOT de Giacomo Puccini (1858-1924)
Dirección musical, Pedro Halffter
Dirección de escena, Sonja Frisell
Principales intérpretes, Janice Baird, Norah Amsellem, Marco Berti...
Real Orquesta Sinfónica de Sevilla
Coro de la A. A. del Teatro de la Maestranza
Escolanía de Los Palacios
Producción del Teatro de la Maestranza


Día 14 de abril, 2010, a las 20.30 horas
Conciertos
ORQUESTA JOVEN DE ANDALUCÍA
Director musical, Pedro Halffter
Programa, Sinfonía nº 7 de Bruckner


Día 11 de mayo, 2010, a las 20.30 horas
Danza
COMPAÑÍA JANT-BI (Dakar)
COMPAÑÍA URBAN BUSH WOMEN (Nueva York)
Les écailles de la mémorie. (Las escamas de la memoria)
Coreografía, Jawole Willa, Jo Zollar y Germaine Acogny
Música, Frabrice Bouillon-LaForest
Dirección artística asociada, Nora Chipaumire


Día 30 de mayo, 2010, a las 20.30 horas
Recitales Líricos
JENNIFER LARMORE, mezzosoprano
& OPUSFIVE
Opusfive
Sebastian Hamann, Violín
Miriam Müller, Violín
Lisa Weiss, Viola
Hristo Kouzmanov, Violoncello
Davide Vittone, Contrabajo
Obras de Bach, Haendel, Rossini, Humperdinck y Debussy

lunes, 18 de enero de 2010

ALTO Y CLARO

Un disparate

JOSÉ ANTONIO CARRIZOSA Diario de sevilla 17.01.2010
POCAS cosas puede haber más absurdas que cargarse por capricho y en base a argumentos demagógicos lo que funciona. Es lo que intenta hacer el Ayuntamiento con su incomprensible recorte de financiación para la Orquesta Sinfónica de Sevilla y el Teatro de la Maestranza. Utiliza para ello la peregrina excusa de que se trata de instituciones culturales de élite y de que en tiempos de crisis hay que centrar los recursos en fomentar una cultura más popular. El argumento es de una miopía extrema y revela una cortedad de miras impropia de una ciudad que aspira -que debería aspirar- a convertirse en un referente europeo de la cultura de calidad. Sevilla, se ha dicho hasta la saciedad, es una ciudad especializada en perder trenes y que ha crecido a impulsos, el último el de la Exposición del 92, sin haber podido formar una burguesía emprendedora que la empujara hacia el futuro. Con el panorama económico que se vislumbra para los próximos años y con la ciudad en encefalograma plano, las bazas que puede jugar para el futuro más inmediato no son muchas. La de proyectarse como una urbe capaz de atraer un turismo de calidad a la búsqueda de riqueza patrimonial y oferta cultural es de las pocas a las que puede aspirar con razones fundadas. En este diseño la potenciación de la Orquesta Sinfónica y del Teatro de la Maestranza es una necesidad, sobre todo, porque ya tienen mucho camino recorrido y en base a calidad y continuidad han logrado acumular un prestigio muy importante.

Tirar por la borda lo hecho hasta ahora, hasta el punto de poner en riesgo la continuidad del proyecto cultural que representan ambas instituciones, es enfocar el futuro de la ciudad desde un punto de vista provinciano y cateto. Entender, como está haciendo el gobierno municipal, que la cultura de calidad es un capricho elitista del que se puede prescindir alegremente es un disparate. Pero, además, revela una absoluta falta de visión estratégica. Si Sevilla malogra o debilita sus referentes culturales lo que está haciendo es empobrecerse y achicarse. Justo lo que no puede permitirse en tiempos tan complicados como los actuales. El gobierno municipal debe estar todavía a tiempo de enmendar un error que en nada puede beneficiar a la Sevilla que tiene que venir.

Montaño rechaza que el recorte vaya a afectar al «modelo cultural» de la ciudad

Lunes , 18-01-10
La portavoz y delegada de Cultura del Ayuntamiento de Sevilla, Maribel Montaño, negó ayer que los ajustes presupuestarios en la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) y en el Teatro de la Maestranza afecten al «modelo cultural» de la ciudad, en referencia a las declaraciones hechas a Europa Press por el portavoz de Cultura del PP en el Parlamento andaluz, Antonio Garrido, en las que concluyó que «si reduciendo el presupuesto se garantiza la calidad, es que antes se ha estado despilfarrando».
Montaño replicó a Garrido que «el avance del modelo cultural de nuestra ciudad no se verá constreñido por estos reajustes presupuestarios, ya que su solvencia y consolidación es irreversible, estando reconocido en el ámbito nacional e internacional». Para la delegada de Cultura, la derecha en Sevilla «nunca abogó por la cultura» en la ciudad «más allá de los tópicos estereotipados» y por ello criticó que ahora «su interés se centre en la intención malquista de intentar sacar rédito político de todo, incluso faltando a la verdad y obviando los auténticos intereses de la mayoría de los sevillanos».
Con respecto a la ROSS, Montaño destacó que el Ayuntamiento había aumentado su aportación en un 12% en los últimos tres años, pasando de tres millones a tres millones y medio de euros, lo que, «junto a que el año pasado se tuvo que hacer frente a una gira europea que en el presente curso no se producirá, garantiza que el reajuste presupuestario no suponga ningún tipo de menoscabo a la actividad de la ROSS».
Por su parte, Antonio Garrido señaló que si quitando a la ROSS «casi un 20 por ciento en el presupuesto para el ejercicio 2010 se garantiza la calidad, es que antes se ha estado despilfarrando», y agregó, que «esta afirmación de Montaño es un sofisma, es absurda y deja al político a los pies de su propia incompetencia». Además, insistió en que se trata de una reducción «demasiado importante», que, añadió, «tiene un valor simbólico, y es que el Ayuntamiento de Sevilla no está por su Orquesta».
Respeto a la Junta
Garrido manifestó su «respeto» hacia la Junta de Andalucía, que ha mantenido su aportación, que alcanza los tres millones de euros, a pesar de la crisis. Además, tachó al Ayuntamiento de «insolidario» e instó «al mantenimiento de la cultura», ante «el retroceso evidente en la política cultural municipal». En este sentido, dijo que «se puede reducir en muchas cosas como viajes o gastos de representación, entre otros».

La Junta aumenta un 60% su aportación a la Barenboim-Said

José Gallego Espina, Sevilla El Correo de Andalucía 15/01/2010

Pasa de Cultura a Presidencia y tendrá 900.000 euros más por la pérdida de patrocinios.

La crisis no afecta a todos por igual. Mientras que la mayoría de actividades y programas culturales en Andalucía están viendo reducidas sus cuentas a causa de la situación económica, otras mantienen intactos sus fondos. La Junta de Andalucía incrementará este año un 60 por ciento su aportación económica a la Fundación Barenboim-Said, una entidad constituida en julio de 2004 para promover la paz y la cooperación cultural entre los países de Oriente Próximo a través de la música y el pensamiento, y que este 2010 cumplirá su sexto aniversario.

Esta institución ha venido contando con un presupuesto anual de unos tres millones de euros, que en sus primeros años fueron sufragados íntegramente por la Consejería de Cultura. Sin embargo, desde su fundación, el objetivo de la Junta de Andalucía fue ir reduciendo cada ejercicio su aportación en favor de patrocinios privados. En 2005 y 2006, la Junta aportó 2,5 millones, respectivamente. En 2007 la aportación fue de dos millones -pero esto se debió a que ese año el Taller del Diván fue el invitado de honor del Festival de Música de Salzburgo, quien aportó el medio millón restante a la entidad-.

Ya en 2008, con la Fundación ya de vuelta en Sevilla, Cultura sí logró reducir su inversión en este organismo, limitándola a dos millones de euros. Y el pasado ejercicio la bajada fue aún mayor, disminuyendo su aportación a 1,5 millones, es decir, sobre el papel, el 50 por ciento del presupuesto de la fundación. Este logro se consiguió, según indicaron a El Correo fuentes de la Barenboim-Said, gracias a la gran cantidad de fondos privados que había conseguido reunir la institución.Este año, la tendencia se rompe a causa -y a pesar- de la crisis. Aunque la situación económica ha obligado a reducir considerablemente los presupuestos de muchos programas de la administración andaluza, la Junta vuelve a incrementar en un 60 por ciento su aportación a este organismo, pasando de los 1,5 millones de 2009 a 2,4 millones, es decir, 900.000 euros más.

Y es que, según destacaron desde la Fundación, los patrocinadores privados se han visto reducidos considerablemente.Pero, en esta ocasión, los fondos no saldrán de la Consejería de Cultura, sino de Presidencia, a la que la Junta ha adscrito esta fundación. Sobre este respecto, un portavoz de la citada consejería explicó a este periódico: "Desde Presidencia se gestiona todo lo relacionado con cooperación internacional al desarrollo. Por eso, desde este departamento hay más posibilidades de poder potenciar esa filosofía de cultura de la paz en todos los sentidos.

Y como se quiere cumplir con todo lo programado en materia de política de cooperación, se dota presupuestariamente más cantidad, lo que no quita que se siga trabajando en ampliar la presencia de capital privado". No obstante, este año "se entiende que hay un calendario de actuaciones por parte de la Fundación Barenboim que precisan de más presupuesto, por eso se aumenta", puntualizó este portavoz, que no quiso detallar el mencionado programa de actividades.

El proyecto de la Fundación surgió en agosto de 2003, durante la celebración de la quinta edición del Taller del Diván. Tras dos años consecutivos ensayando en Andalucía, el músico israelí Daniel Barenboim y el pensador palestino Edward Said aceptaron una propuesta del ex presidente Manuel Chaves y de la Fundación Tres Culturas para ponerlo en marcha en Pilas.

Una de las principales iniciativas de esta institución, y sin duda la que mayor repercusión tiene en Andalucía, es el Taller del Diván, una escuela de jóvenes músicos andaluces, israelíes y de países árabes de Oriente Próximo que pretende reconciliar a estas culturas a través de la música. Esta actividad se ha celebrado cada verano en la residencia Lantana de Pilas (Sevilla), a excepción de 2007, cuando el West-Eastern Divan fue invitado como orquesta residente del Festival de Música de Salzburgo.

Sin embargo, este año el taller podría estrenar nueva sede ya que, desde hace varios años, la Fundación Barenboim convoca un concurso público para elegir la sede de su escuela. "Lo venimos haciendo desde hace tiempo, pero hasta ahora ninguna oferta ha sido mejor que la de Pilas", dijeron desde la Fundación.

La orquesta del Diván, dirigida por el maestro Barenboim, organiza también cada verano una gira de conciertos que suele arrancar en Andalucía y que recorre países de todo el mundo. Para este año, el Taller del Diván y su gira de conciertos tendrán lugar del 20 de julio al 26 de agosto.La gira incluirá como cada año conciertos en Andalucía. Además, el repertorio de la gira 2010 de la orquesta contendrá, entre otras obras, el ciclo completo de Sinfonías de Beethoven.


Vaivenes de la política musical

Ismael G. Cabral
El Correo de Andalucía 17/01/2010
La Sinfonica de Sevilla.

Los programas culturales se resienten pero Barenboim sigue intocable en su atalaya

Sólo cuando todas las partes han dado su última palabra es posible clarificar qué tormentas o vientos alisios han despeinado a la Real Orquesta Sinfónica de Sevilla (ROSS) en una semana en la que sus perspectivas de crecimiento se han visto hoy por hoy mermadas por el responsable hachazo perpetrado por el consistorio. 800.000 euros que se van a echar de menos en la temporada 10/11 de la orquesta, quedando la inversión municipal en la cifra de 2.772.000 euros.

En época de crisis la cultura nunca juega el papel de hija pródiga. Tal vez sea un error, pero dicta el sentido común que antes podemos prescindir de Mozart que de chícharos en la mesa. Y en esa tentación, populista y demagógica, esgrimida por los políticos, ha incurrido la delegada de Cultura, Maribel Montaño, para justificar los recortes ("la prioridad es el empleo", recordó). Con este panorama, los tijeretazos los sufrirá el conjunto de los programas culturales.

Mientras que el PP, como casi siempre perdido en esto de la cultura, pone en solfa el Festival de Cine Europeo y propone "repensar el presupuesto" (esto es, desvestir a un santo para vestir a otro), Montaño proclama que el Ayuntamiento ha incrementado su ayuda a la ROSS desde 2006, y a fe que es cierto.

En los últimos días la delegada ha puesto sobre la mesa unas promesas que, si el tiempo las demuestra sinceras, hablarán de la situación que hoy vive la Sinfónica como un mal trago coyuntural. Asegura que "nivelará las aportaciones" en cuanto la crisis se extinga, mantendrá la plantilla de la ROSS, se muestra receptiva a la negociación del convenio colectivo y, lo más importante para el público, asegura que "no se reducirán los programas de abono".

Su argumento, viéndolo con serenidad, parece honrado: el 19,8 por ciento que le ha quitado sirvió para que ésta, en 2009, gozara de las mieles del éxito en centroeuropa. Ergo, si en 2010 no hay gira, el machetazo a la cuenta les impedirá crecer en dimensión pública, salir fuera y adquirir nuevo material (que no es precisamente poco, ojo) pero no ha de dar al traste con la temporada sevillana.

Es lógico lamentar que con estos pasos atrás sea difícil llevar con dignidad la etiqueta de Sevilla Ciudad de la Música. Es comprensible también añorar los avances que en materia de política cultural se dieron en la etapa durante la que Juan Carlos Marset se responsabilizó de la delegación y es normal estremecerse pensando qué sucederá en junio, cuando cuatro administraciones se reúnan para rubricar otro tacaño presupuesto para el Maestranza.

Pero no ha de extrañarnos. En Valencia ya no saben cómo administrar los cuartos para hacer viable el mastodóntico Palau de las Arts (con menos dinero y sin casi producciones propias), en el Liceo de Barcelona se ha cancelado su programación en el Foyer y en el Auditorio Nacional de Madrid han puesto freno a varias actividades.

Sin embargo, en Andalucía sucede un fenómeno extraño. Un aplauso para la Junta por mantener íntegra su aportación a la ROSS, pero, ¿a qué obedece ese impertinente dislate que supone aumentar ¡en un 60 por ciento! la excursión veraniega de Daniel Barenboim? (2,4 millones de euros) Su objetivo pacificador, por más que bello, se ha demostrado estéril, los resultados musicales de su Taller del Diván son discutibles y el director de las cuatro nacionalidades jamás ha tenido el detalle de dirigir como invitado la ROSS o marcarse un recital de piano con un caché menos abultado.


domingo, 17 de enero de 2010

Montaño «Terminator»

La delegada de Cultura ha logrado coleccionar en menos de tres años un rosario de proyectos hundidos o heridos de muerte. El jueves ya advirtió que su prioridad es «la creación de empleo» y no el Maestranza o la Sinfónica, las dos joyas culturales de la ciudad, a las que les va a quitar cerca de dos millones de euros en 2010
En algunos círculos políticos y culturales de la ciudad, a la delegada municipal de Cultura, Maribel Montaño, que este verano cumplirá tres años en el cargo, se la empieza a mencionar, medio en broma, medio en serio, como «Terminator», en alusión al mítico cyborg, encarnado por Arnold Schwzenneger, cuya única misión era el exterminio total, para lo cual se valía de una formidable aleación de metal líquido y policarbono (que le permitía sobrevivir a terribles explosiones y atravesar paredes a puñetazos), y de un extraordinario manejo de todo tipo de armas de fuego, que le hacían tan temible y peligroso como a Messi con un balón de fútbol. Aunque su aspecto no resulte ni de lejos tan intimidatorio como el del actual gobernador de California, cuyos músculos XL aguantaban balas y misiles de todos los tamaños, las armas utilizadas por la inofensiva, en apariencia, delegada municipal, han resultado de destrucción masiva para la cultura en Sevilla durante este trienio negro: el Festival Entreculturas, la Casa de los Poetas, el no nacido Museo Thyssen de Sevilla o Womex han sido algunos de los objetivos abatidos por este alto cargo socialista, que ha hecho del presupuesto, o de la falta del mismo, para ser más exactos, su arma más letal, aunque la promesa incumplida o una mala negociación le hayan servido también para hacer nuevos blancos, véase Bellver o Carranza. En esta imparable carrera por no dejar piedra sobre piedra de lo que heredó de su antecesor, Juan Carlos Marset, Montaño ha logrado hitos difíciles de repetir como poner a un grupo de poetas, entre ellos, varios premios Cervantes, completamente de acuerdo en algo: su renuncia en bloque a trabajar con ella. No fueron los únicos: Carmen Thyssen mandó sus cuadros de pintores andaluces del XIX a Málaga, cuando ella era su interlocutora. Y Vicente Carranza estuvo a punto de irse con su extraordinaria colección de cerámica a otra parte tras entrevistarse con ella, que después de prometerle el Alcázar como sede para sus piezas cambió luego de idea, presionada por su alcaide, Antonio Rodríguez Galindo, La intervención del alcalde, desautorizando por primera y única vez hasta ahora a su portavoz, impidió la huida del coleccionista, aunque Galindo haya retrasado hasta hace pocas semanas la convocatoria del concurso público para montar la muestra. ¿Para qué tanta prisa?
A por ellos
De la erosión sufrida por casi todas los proyectos e instituciones culturales de la ciudad durante la gestión de «Terminator» sólo dos se habían librado hasta ahora, las dos «joyas» de la corona: la Orquesta Sinfónica, de la que el Ayuntamiento es copropietaria, junto con la Junta de Andalucía; y el Teatro de la Maestranza, en el que, además, hay otros dos socios: el Ministerio de Cultura y la Diputación Provincial. Se trata, sin duda, de los dos mayores instrumentos culturales de Sevilla, que tras casi veinte años de larga y procelosa andadura, han logrado colocar a Sevilla no sin grandes esfuerzos en la órbita cultural nacional, e incluso internacional, lo cual no ha arredrado a la delegada para lanzar también contra ellos sus misiles presupuestarios. Los hitos alcanzados aquí por Montaño han dejado en pañales a los Premios Cervantes que había logrado reunir, en su contra, por la fallidaCasa de los Poetas de Sevilla. Cuatro alcaldes, de tres partidos distintos (Luis Uruñuela (PA), Manuel del Valle (PSOE), Alejandro Rojas Marcos (PA) y Soledad Becerril (PP) aparcaron sus diferencias ideológicas para escribir una carta a Alfredo Sánchez Monteseirín alertando del «riesgo de desaparición» de la Orquesta y pidiéndolo que evitara el desaguisado. El mismo día que se hacía pública la misiva, Montaño acusaba públicamente a los ex alcaldes (uno de ellos de su propio partido) de incurrir en «alarmismos innecesarios» y de exagerar los problemas de la orquesta. Pero ninguno de los cuatro ex ediles exageraba: sabían de buena tinta que «Terminator» le había planteado pocos días antes a la Junta, su «socia», una reducción del 50 por ciento de su aportación.
Obedeciendo instrucciones de Monteseirín («Conan el Bárbaro» para un conocido gestor cultural de la ciudad), apostaba por cargarse la mitad de la orquesta y ahorrarse 1,5 millones de euros, una decisión que hubiera causado un terremoto de consecuencias impredecibles en la formación musical y, con toda seguridad, la dimisión de su director, Pedro Halffter, que la ha paseado con éxito por Europa. La Consejería de Cultura, que no quitó ni un euro a la Sinfónica, a pesar de ver reducido su presupuesto en casi un 20 por ciento, logró finalmente convencer a la delegada de que esa decisión sería «el fin del actual modelo de la orquesta», reduciendo esta rebaja del 50 al 20 por ciento, amén de acompañarla del adjetivo de «coyuntural» en la nota oficial emitida tras la reunión de su Consejo.
El Maestranza, el «pagano»
Perdida hasta cierto punto la batalla de la Sinfónica, Montaño se la tenía guardada al Maestranza. La orden del alcalde era clara: había que ahorrar cerca de 2 millones de euros, y si en la Sinfónica «sólo» se podían quitar 680.000 euros (frente a los 1,5 millones de su propuesta inicial), sería el Maestranza el que pagara la diferencia. De este modo, la decisión que «Terminator» elevó al consorcio del teatro reunido el pasado 22 de diciembre fue la de reducir un 70 por ciento su aportación, algo sin precedentes en la historia del teatro, que ya ha pasado otras crisis durísimas sin sufrir un ajuste tan brutal (el coste de dos óperas o de un ciclo completo de conciertos), y que levantó ampollas en sus socios, que también sufren restricciones presupuestarias pero no se las han repercutido.
Y no menos ampollas levantó en ellos que apelara a la situación de «emergencia social» por la crisis para justificar estos recortes y que habrían hecho —dijo— que sus prioridades sean ahora «la creación de empleo» y no el Maestranza o la Sinfónica. Algo así como si la ministra de Cultura dijera que, con la crisis, ¡qué importa el Museo del Prado!.